La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Boleta Única Papel en las elecciones presidenciales impulsado por la oposición y con un fuerte rechazo del Frente de Todos. La iniciativa obtuvo media sanción con 132 votos afirmativos, 104 negativos y 4 abstenciones. La sesión estuvo marcada por la intención de la oposición de mostrarse unida como una “mayoría” con quórum propio ante la desventaja del oficialismo en términos de cantidad de bancas.
La iniciativa fue sancionada por los votos de Juntos por el Cambio, del Interbloque Federal, de Juntos por Rio Negro, del Movimiento Popular Neuquino, y las dos bancadas de la ultra derecha y Ser, mientras que el Frente de Todos y el Frente de la Concordia Misionero lo hicieron en contra, y la izquierda se abstuvo.
La oposición consiguió reunir un estricto quórum de 129 diputados con sus propios legisladores, ya que el FdT había anticipado que no bajaría al recinto porque considera que se trata de un tema que no está en “la agenda de la gente”.
El quórum se conformó con 115 diputados de JxC -no está presente el presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, que padece coronavirus-, ocho del Interbloque Federal, dos de Juntos por Río Negro, dos de Avanza Libertad, uno del bloque Ser y uno de la Libertad Avanza.
Para aprobar la iniciativa, la oposición necesitaba 129 votos afirmativos, es decir la mitad más uno de los 257 que integran el cuerpo, por tratarse de una ley de carácter electoral.
El dictamen de mayoría establece que el sistema de Boleta Única de Papel se aplicará para las PASO y las elecciones generales para elegir presidente, vicepresidente, senadores, diputados y legisladores del Mercosur, aunque en estas últimas dos categorías solo aparecerán nombres y fotos de los primeros cinco candidatos.
Además se permitirá votar la lista completa y utilizar, si así lo autoriza el sistema electoral provincial, el esquema BUP, pero se deberá hacer en boletas y urna separadas; y se autorizará el voto por correo electrónico a los extranjeros que se aplicó hasta 2019.
El sistema consiste en implementar una sola boleta que contenga los nombres y fotos de todos los candidatos que se presentan en las elecciones, divididos por casilleros por el cargo al que aspiran. Los electores tienen la posibilidad de elegir a sus postulantes preferidos marcando el recuadro con una lapicera o no marcar a ninguno y votar en blanco si así lo prefieren.