El Ministerio de Salud confirmó el tercer caso de viruela del mono en el país. Se trata de un ciudadano de 36 años residente de la Ciudad de Buenos Aires quien, a diferencia de los dos contagios anteriores, no presenta antecedentes de viaje al exterior.
La cartera detalló que el paciente realizó la primera consulta el 6 de junio en una clínica privada porteña y que inició síntomas el 31 de mayo presentando dolor de cabeza y muscular, fiebre, dolor de espalda.
Además, desarrolló “exantemas vesiculares a partir del 2 de junio. El 7 de ese mes se notificó el caso y la muestra fue derivada al Laboratorio Nacional de Referencia INEI- ANLIS Malbrán, que el 9 de junio emitió el resultado positivo de la PCR”.
Este es el tercer caso confirmado en el país y los tres pacientes se encuentran en buen estado de salud, sin haber presentado complicaciones. Al tiempo no se detectaron casos secundarios entre los contactos estrechos.
En el mundo se reportaron 1.285 casos al 8 de junio en 28 países, sin personas fallecidas. En los brotes registrados en Europa, la presentación clínica generalmente se describe como leve, y la mayoría de los casos presentan -de la misma manera que los casos detectados hasta ahora en Argentina- lesiones en diferentes partes del cuerpo.
Las autoridades sanitarias de varios países, incluidos varios latinoamericanos, se han puesto en alerta para identificar con celeridad cualquier potencial caso de viruela del mono, para poder ofrecer tratamiento, rastrear contactos y evitar la propagación del virus.
Para ello, las agencias de Salud recomendaron a sus poblaciones estar atentas a los síntomas y acudir al médico si hay sospecha de estar contagiado, principalmente si has estado de viaje en las últimas tres semanas (el periodo de incubación de la enfermedad).
Los síntomas de la enfermedad suelen ser parecidos a los de una gripe e incluyen:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Dolor de espalda
- Escalofríos
- Agotamiento
- Ganglios linfáticos inflamados
Se cree que la transmisión de la viruela del mono es producida a través de la saliva o excreciones respiratorias, o por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra.
También se está barajando la posibilidad de contagio durante las relaciones sexuales y que la excreción viral a través de las heces puede representar otra fuente de exposición, aunque todavía se necesitan más datos sobre ello.
La transmisión sostenida de persona a persona es limitada y es mucho menos eficaz que la transmisión de animal a persona.
Las complicaciones más frecuentes son la sobreinfección bacteriana de las lesiones, la queratitis, la bronconeumonía, la sobreinfección corneal o la encefalitis.
La mortalidad descrita en los brotes en África varía del 1 al 10%. Los casos identificados en Reino Unido son de la variante de África Occidental, que tiene una mortalidad de aproximadamente el 1%, frente a la variante de África Central que tiene mayor mortalidad, del 10%.
Las mayores tasas de mortalidad se presentan en niños, jóvenes e inmunodeprimidos. Se ha observado un curso más grave de la infección en personas no vacunadas frente a la viruela.