En medio de la conmoción local por la fuerte suba de los dólares paralelos, el riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan tocó este martes un nuevo máximo en dos años y llegó a 2.508 puntos.
La suba del 3,2% se produjo en paralelo a la licitación para renovar vencimientos de deuda por unos $ 243.000 millones.
Los bonos argentinos retroceden más del 5% con fuertes señales de desconfianza de los inversores hacia la deuda soberana de la Argentina.
En tanto, las acciones de empresas argentinas en Wall Street (ADR) operan en un escenario mayormente negativo, marcado por bajas como las de Mercado Libre (-7,9%), Globant (-4,7%) y Edenor (-3.23%).
En simultáneo, la bolsa porteña se movía al alza gracias a renovadas compras sobre el segmento financiero, en un mercado especulativo con coberturas ante la alta inflación doméstica y el derrumbe en los bonos soberanos a mínimos históricos.
El índice S&P Merval ganaba un 2,5%, a 87.876,40 puntos, tras un avance del 3,8% del lunes y contra una pérdida del 6,6% en los cinco días anteriores.
Una reestructuración de la deuda pública en pesos, nuevas restricciones cambiarias y una mayor presión tributaria son las recetas que expertos creen que Argentina podría aplicar en el segundo semestre del año para evitar una debacle y cumplir las metas acordadas con el FMI.
Por otra parte, y tras la intervención del Banco Central y ANSES, los títulos en pesos que ajustan por CER rebotaron hasta un 10,1% (TX24) luego de la fuerte liquidación se las últimas semanas.
Según estimaciones del mercado, el BCRA ya emitió casi 500.000 millones de pesos para sostener los precios de los bonos en pesos.
Las subas más relevantes las anotaron el Boncer 2024 (+10,1%); el Boncer 2023 (TC23 +3,6%); y el Boncer 2026 (+3,3%).
En una jornada de alta tensión financiera y cambiaria, medios con influencia en los mercados salieron a advertir hoy que la Argentina se encamina a una nueva crisis de la deuda.
El portal de finanzas Bloomberg encendió las alertas al sostener que una “crisis de deuda se está gestando una vez más en la economía argentina”.
Habló de “nerviosismo generalizado” en los mercados de deuda por la situación financiera del país.
“Dos años después de que la Argentina saliera de su último incumplimiento, una crisis de deuda se está gestando una vez más”, advirtió.
El pronóstico publicado en la antesala de la licitación por $258.000 millones y después de la disparada de los dólares alternativos (blue, CCL y MEP), ubica el “problema inmediato” en la “actitud reacia” que mantienen los acreedores para renovar los instrumentos de financiación de que dispone el Tesoro.
“Con el gasto aún alto y el Gobierno de izquierda bajo la presión del FMI para que deje de pedirle al Banco Central (BCRA) préstamos baratos para cubrir su déficit presupuestario, hay una sensación creciente en Buenos Aires de que los funcionarios se están quedando sin opciones de financiamiento y que una reestructuración de los bonos locales se está volviendo casi inevitable”, alertó.