El Banco Central subió fuerte su tasa de política monetaria, que pasó de 52% a 60% anual en su licitación de Letras de Liquidez (Leliq a 28 días), como respuesta a la suba de tasas que había impulsado ayer el Tesoro al subir fuertemente los intereses que paga por sus títulos en pesos. Se trata del mayor incremento desde agosto 2019.
Así, convalidó un aumento de 800 puntos básicos y pese a apostar a una suba más sólida, la tasa continúa siendo negativa frente a una inflación interanual en el orden del 64% y una proyección de consultoras de aumentos de precios por encima del 90% para fin de año.
Tener tasas reales positivas es una de las exigencias del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por u$s44.000 millones. En ese sentido, la entidad comunicó: “El BCRA continuará calibrando la tasa de interés de política en el marco del proceso de normalización de la política monetaria en marcha, prestando especial atención a la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y la dinámica del mercado de cambios”.
El Directorio de la autoridad monetaria incluyó también un incremento en las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, que pasan a tener un nuevo piso de 61% anual. Esto representa un rendimiento de 81,3% en términos efectivos anuales para los depósitos a 30 días hasta 10 millones de pesos
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada se establece en 54%, lo que representa una tasa efectiva anual de 69,6%.
“En línea con los Objetivos y Planes 2022, la autoridad monetaria considera necesario acelerar el proceso de normalización de la tasa de política y del resto de la estructura de tasas de interés de la economía para llevarlas a un terreno positivo en términos reales, de forma de contribuir a preservar la estabilidad financiera y cambiaria”, señaló el BCRA en un comunicado.
Y explicó: “En las últimas semanas se han profundizado los esfuerzos de coordinación con el Ministerio de Economía de la Nación a los efectos de establecer una estrategia financiera que posibilite ir disminuyendo de manera progresiva el financiamiento monetario al Tesoro”.
“Dentro de esta coordinación se destaca el establecimiento de una estructura de tasas de interés o «corredor» con spreads razonables entre los instrumentos del BCRA (Leliq y pases) y las letras del Tesoro (LEDES). Los resultados positivos de las últimas licitaciones de instrumentos de deuda en pesos en términos de financiamiento neto robustecen la perspectiva de un stock decreciente de pasivos remunerados del BCRA en términos del PIB”, indicó el Central.
El miércoles el Ministerio de Economía logró captar $515.861 millones a través de la colocación de cinco bonos en pesos y el Tesoro elevó en 600 puntos básicos la tasa de la letra en moneda local de corto plazo que utiliza para marcar el techo de la tasa de política monetaria de referencia.