El presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, defendió este martes el proyecto de Presupuesto 2023 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso, y tras afirmar que el gobierno no espera sufrir nuevos shocks externos como fueron los efectos inflacionarios de la guerra y la pandemia, dijo que el año que viene el gobierno espera una desaceleración de la inflación y ratificó el cálculo estimado en 60% para 2023.
Pesce recordó ante los diputados reunidos en la Comisión de Presupuesto que recibió la gestión con un nivel alto de inflación, del 53 % en 2019″. “Hay dos mecanismos clásicos para reducir la inflación: uno es generar procesos recesivos, y otro la apertura económica”.
El funcionario dijo que “en un país que tiene 36 % pobreza y 6,9% de desocupación, el camino de contraer la demanda en procesos recesivos tiene consecuencias sobre el tejido social, situación que en nuestro país que es muy delicado”. Por eso no se pueden tomar medidas en ese sentido.
El presidente del BCRA rechazó lo que algunos piden para “el camino de la apertura económica” porque dijo “es imposible para Argentina porque no cuenta con financiamiento externo, entonces el sendero que nos queda es el del crecimiento”.
El plan del ministro de Economía, Sergio Massa -el mismo firmado en el acuerdo con el FMI por el exministro Martín Guzmán- es “en el corto plazo, ir revisando aquellos impulsores de la oferta y la demanda, y buscar acuerdos de precios con aquellas empresas proveedoras de bienes de consumo masivo”.
Pesce dijo que “este es el camino para resolver el problema inflacionario en Argentina. Es difícil de llevar adelante, pero los otros dos caminos clásicos no podemos recorrerlos, aun si quisiéramos, por las dificultades sociales que traerían”.
Lo dijo luego del reclamo de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, la semana pasada cuando se conoció el aumento del índice de indigencia que llegó al 8,8 % en el país, lo que representa a unos 17 millones de personas y reclamó, en ese marco, más controles del Estado a los empresarios que aumentan los precios.
“El problema económico más grave que tiene nuestro país es la pobreza y la desigualdad”, admitió Pesce en una nueva semana de profundización de las protestas sociales y gremiales en reclamos de aumentos salariales y de asistencia social del Estado, medidas que el gobierno admitió que podría anunciar en esta misma semana.
El presidente del Banco Central aclaró, además, que “no hay previstas modificaciones bruscas del tipo de cambio, que es otro elemento que potencia la inflación en nuestro país”.
“Creemos que va a haber un proceso de desaceleración inflacionaria que está reflejado en el presupuesto con esa estimación de 60% de inflación y con una devaluación que está acorde con esos niveles de inflación”, insistió el titular del BCRA.