A poco que el Juzgado de Control Especializado con competencia en Narcomenudeo dictara sus primeras sentencias, su responsable, el juez Pablo Pullen Llermanos, se refirió a la aplicación de la ley en la materia y la vigencia del nuevo Código Procesal Penal de la Provincia, afirmando que “es una mejora sustancial, estamos arribando a nuevas formas de hacer Justicia”.
El magistrado resaltó que existe una mejora sustancial en las formas de hacer Justicia, porque la Policía de la Provincia puede brindar respuestas en los casos de narcomenudeo a los que no podía llegar la fuerza Federal. Además se incorporó el instituto de flagrancia y los jueces en función de control pueden dictar sentencias, agilizando de manera significativa procesos como las detenciones y las audiencias.
El juez dijo que la implementación de la Ley de Narcomenudeo permite que la provincia comience a hacerse cargo de este flagelo social, actuando frente a delitos a los que muchas veces la Justicia Federal no puede brindar respuestas porque se encuentra limitada, en cuanto a la fuerza federal y la tarea investigativa que lleva adelante en todo el país.
“Que la provincia se haga cargo es muy bueno porque la policía provincial ahora puede actuar en una gama de delitos. La gente dice venden droga aquí en la esquina de mi casa, o aquí hay personas que están durmiendo y están todos los días drogada y nadie hace nada, entonces, sobre ese problema social que esta tan arraigado es una oportunidad para que la Policía de la Provincia y los Fiscales puedan actuar”, sostuvo Pullen Llermanos.
Además, con los nuevos procedimientos, la fuerza de seguridad está tratando de llegar no solo al sujeto que vende, sino hasta la cadena de distribución e investigar los que abastecen el mercado local.
Por otro lado, el juez puntualizó que también existen beneficios para los consumidores implicados en ilícitos de narcomenudeo, porque cuando son atrapados son redireccionados a rehabilitación gracias a que la ley brinda la posibilidad de que cuenten con
apoyo psicológico, mediante tratamientos de rehabilitación, y muchas veces se puede dejar sin efecto el proceso y no aplicarle la pena si cumplen esta condición.
Aplicación del nuevo Código Procesal Penal
Con respecto al nuevo Código Procesal Penal dijo que es una herramienta de política criminal muy buena, que permite poner en funcionamiento institutos como la flagrancia, que en otras provincias ya existe, y reduce todos los plazos de la investigación.
Asimismo permite que los jueces en función de control puedan dictar sentencia, algo que antes era controvertido porque se esperaba llegar a juicio, mientras que ahora muchos casos pueden resolverse en una audiencia.
“Ahora en una audiencia se debate todo y en pocas horas se puede tener una sentencia. Es una mejora sustancial, estamos arribando a nuevas formas de hacer Justicia”, subrayó Pullen Llermanos.
Otro importante beneficio es la agilidad en la cuestión revisora, porque ahora en muchos supuestos es un solo juez el que resuelve, otros temas son resueltos por dos y solo en casos de opiniones encontradas, arbitra un tercero. En tanto, anteriormente eran tres los jueces los que tenían que fallar, lo que supone un tiempo importante para la resolución.
En este sentido, el juez detalló que quizás a partir del 1 de octubre del corriente año existan más procedimientos y detenciones de personas, pero por otro lado, las detenciones son mucho más cortas, este procedimiento tiende a que la persona ingrese y salga con una condena en breve si es hallada culpable, y si no que vaya a juicio muy rápidamente.
“Antes una persona detenida podía estar 6 o 7 meses en detención y después recién se dictaba la prisión preventiva y pasaban uno o dos años más, eso colapsa las comisarías y todo el sistema”, explicó.
En cuanto a las sentencias, el magistrado expresó que, en tanto evolucione la organización de la Oficina de Gestión Judicial, se esperan muchas audiencias más y soluciones de conflictos rápidamente.
Sobre los próximos avances, Pullen Llermanos, explicó que en lo sucesivo se crearán nuevas salas de audiencias porque esto tiene que ver con la inmediación entre el juez, las partes y los imputados; a fin de que los procesos dejen de ser impersonales, con el objetivo de que todos los actores sean más participes del proceso.
“Muchas veces como juez les hago saber de qué se trata la condena y no es lo mismo leerlo en un papel con un abogado, a que el juez le diga que se le está dando una nueva oportunidad para que tomen conocimiento cabal de qué está pasando y que el Estado responde a la problemática”, concluyó el magistrado.