Pasadas las 17 -hora argentina-, cerró la votación en el marco del balotaje en Brasil, en un clima de máxima expectativa. Lula da Silva pasó sobre el final del escrutinio al frente en cantidad de votos por sobre Jair Bolsonaro. Las mesas electorales abrieron este domingo en unos históricos comicios con tensión elevada e incertidumbre acerca de un cambio de tendencia.
Con un 99,9% de las mesas escrutadas, Lula da Silva concentra en estos momentos un 50,90% de los votos (60.284.640), mientras que Jair Bolsonaro, 49,10% (58.155.292 votos). De esta forma, la tendencia es irreversible y el candidato del PT se convirtió por tercera vez en el presidente del país hermano.
Los centros de votación abrieron a las 8 y cerraron a las 17, y los resultados definitivos se esperan pocas horas después gracias al sistema de urnas electrónicas. Para la votación fueron convocadas 156 millones de personas.
El presidente Bolsonaro, de 67 años, votó apenas abrieron las mesas en una escuela en el oeste de la ciudad de Río de Janeiro y dijo que esperaba vencer “si Dios quiere” y “por el bien de Brasil” .
Tenemos “expectativas de victoria para el bien de Brasil. Solo hemos tenido buenas noticias en los últimos días. Si Dios quiere seremos victoriosos hoy a la tarde”, dijo Bolsonaro a periodistas luego de votar.
El mandatario de ultraderecha llegó a la escuela en el barrio Villa Militar, en el oeste de Río de Janeiro, minutos antes de la apertura de las mesas, escoltado por una caravana de autos negros y vestido con la camiseta del seleccionado de fútbol de Brasil.
Seguido por un enjambre de periodistas, Bolsonaro se acercó a saludar a sus seguidores al bajar de su auto, y luego debió esperar a que fueran las 8, la hora de la apertura de las mesas, para que lo dejaran ingresar a la escuela.
Lula da Silva votó hoy cerca de San Pablo y dijo que el balotaje de la elección presidencial contra su rival definirá un “modelo de país y de vida” en Brasil.
Lula, de 77 años, dijo que esta era la elección más importante de su carrera y que confiaba en que “la democracia sea vencedora”, tras votar en Sao Bernardo do Campo, en el cordón industrial del Gran San Pablo, donde forjó su trayectoria sindical y política.
En declaraciones a periodistas, el veterano líder de izquierda convocó además a retomar el proceso de integración latinoamericana para enfrentar lo que llamó la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y China, los dos principales socios comerciales de Brasil.
“Esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños”, sostuvo, vestido con una guayabera blanca, luego de salir de la misma escuela donde se votó a sí mismo por primera vez para presidente en 1989.
“Por eso, es la elección más importante de mi vida, por un proyecto para que la democracia sea vencedora”, agregó el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Acompañado por su esposa Janja, el exministro Aloizio Mercadante y el candidato a gobernador por el estado de San Pablo, Fernando Haddad, Lula llamó a la reconciliación del país y a trabajar por “rescatar a las personas con hambre y en las calles”.
“Este país retrocedió y debemos hacerlo avanzar”, afirmó el exmandatario luego de una de las campañas más violentas de la historia de Brasil.
Los comicios coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, que incluyó ataques en los que murieron al menos tres seguidores de Lula a manos de partidarios de Bolsonaro.
Ayer por la tarde, una diputada bolsonarista, Carla Zambelli, fue filmada persiguiendo con sus custodios con una pistola en la mano a un militante lulista en San Pablo, una muestra de la avanzada del sector más extremista del oficialismo a horas del inicio de la apertura de las urnas.