Los problemas con los insumos importados acaban de dejar paralizada a una de las más grandes fábricas de maquinaria agrícola de la Argentina, CNH (siglas de Case New Holland), ubicada en la ciudad de Córdoba.Se trata de lo que la empresa denomina “material productivo”, que incluye ítems como componentes hidráulicos, módulos eléctricos, componentes de chasis, radiadores y otros, que, pese al trabajo de desarrollo de proveedores locales que viene llevando adelante para sustituir importaciones, todavía no logra conseguir en el país.
Esos insumos que no se producen localmente vienen de distintos lugares del mundo, principalmente, de Brasil.Si bien los atrasos en las aprobaciones se iniciaron con la implementación del nuevo sistema importación, el SIRA, en octubre, en CNH dicen que habían podido seguir operando gracias al apoyo de las autoridades, a un 50% de la producción, pero sin realizar ninguna suspensión. Pero en los últimos días todo se trabó más.La situación tiene parados ahora a unos 200 empleados de la fábrica, y, de extenderse, podría afectar a los 120 puntos de venta que tiene la compañía en el país, es decir, a unas 2.000 personas, señalan en la empresa.
“Teníamos y tenemos entregas pactadas que no podemos cumplir. Estamos sufriendo problemas fuertes con proveedores, clientes y concesionarios, tanto por la entrega de unidades terminadas como de repuestos para máquinas paradas, que también es un tema muy importante”, sostienen en la compañía.
Según la compañía, nunca antes les habían faltado insumos para producir. Esperan que la demora se deba a un tema de orden interno de quienes participan en la implementación del SIRA, porque temen que el retraso en la aprobación resulte en imposibilidad no solo de producir, sino de pagar. “CNH Industrial está haciendo esfuerzos para extender los plazos de pago de acuerdo con el requerimiento de las autoridades”, sostienen.
Además, la mercadería que no pueden utilizar por falta de aprobación se encuentra atiborrando sus depósitos fiscales, con sobrecostos logísticos de alrededor de u$s 1 millón, según estiman.
Con los atrasos hasta hoy, en la empresa estiman que las pérdidas serán de aproximadamente 15% de la producción que esperaban para este año si no reciben las aprobaciones en forma inmediata, porque el impacto crece cada día.
Entre todos los productos que se fabrican en Córdoba (tractores, cosechadoras y cabezales), “en 2021 salieron de la línea de montaje unas 2.500 unidades. La proyección para este año era de aumentar el volumen un 30%, cifra que ya no se va a poder alcanzar”, dicen en la compañía. “Nosotros fabricamos bienes de capital, que contribuyen a incrementar la productividad del campo y las exportaciones del país”, argumentan.