El gobernador Gerardo Morales recibió a dirigentes de los sindicatos de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza y de Ledesma, a fin de tratar la situación de los trabajadores en la zona del Ramal. Escenario habitacional, prestaciones sanitarias e infraestructura en lotes y localidades donde habita la familia azucarera, fueron los temas abordados.
Primeramente, el mandatario provincial, acompañado por el diputado Fabián Tejerina, recibió en su despacho al secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza (SOEA), Sergio Juárez, para abordar temas inherentes a la actividad laboral de los trabajadores del grupo Budeguer.
“Se analizó la actividad azucarera en los diferentes puntos y localidades del ingenio La Esperanza y hablamos de la posibilidad de hacer un trabajo conjunto y articulado entre el Gobierno Provincial y el sindicato con el objeto de mejorar la situación de los trabajadores en lo que respecta a lo habitacional”, señaló Tejerina.
El legislador destacó la próspera actualidad por la que atraviesa la fábrica azucarera, “generando una situación muy beneficiosa en toda la región a partir de la reactivación del ingenio La Esperanza”. Asimismo, subrayó “la muy buena proyección a futuro” en términos productivos.
“Que los propios trabajadores estén reconociendo esta situación nos llena de satisfacción, pero más allá de eso hay cuestiones que tenemos que ir resolviendo y para eso es la reunión de hoy”, afirmó.
Posteriormente, Morales y Tejerina se reunieron con representantes del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma encabezados por el titular de su obra social, Miguel Guerra. “La salud de la familia azucarera es preocupación del gobernador, especialmente en las zonas rurales como Vinalito, El Talar y El Piquete donde hay trabajadores del azúcar”, indicó el diputado.
Para finalizar, Tejerina destacó los términos en los que se desarrollaron sendas reuniones “en las que se trataron temas ligados a la actividad, los niveles de empleo y productividad, y de cómo impactó la sequía en la producción”. El dialogo incluyó, además, “lo referido a lo habitacional e infraestructura en lotes y localidades donde habitan las familias azucareras”.