Este 13 de noviembre se conmemora en la Argentina el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, ciberacoso o acoso de menores por Internet, de acuerdo a lo establecido por la ley 27.458, promulgada en octubre de 2018.
Así como las nuevas tecnologías nos permitieron tener más acceso a la información, aumento en las relaciones interpersonales, en la multiplicación de canales para disfrutar de productos y servicios, hay que saber cómo utilizar las herramientas digitales. Su mal uso puede provocar situaciones de riesgo tanto para adultos como para los más chicos, que aún no tienen las armas psicológicas, los conocimientos suficientes o los recursos necesarios para defenderse y actuar ante una situación comprometida.
“Actualmente, el Grooming y el Ciberacoso son una problemática relevante entre los adolescentes y jóvenes. Es muy importante que los estudiantes cuenten con más y mejores herramientas para enfrentar este flagelo y eso lo podemos hacer a través de la enseñanza en el ámbito educativo”, sostuvo Silvia Pintos, Licenciada en Psicología y Psicopedagogía.
La definición de grooming no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, es muy importante saber a qué se refiere este concepto, ya que está vinculado a la seguridad y la integridad de los niños y los adolescentes.
¿Qué es el grooming?
Grooming: se trata de la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente mediante el uso de Internet, a través de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos como redes sociales, páginas web, aplicaciones de mensajerías como WhatsApp, etc.
Se refiere a situaciones en las que un adulto contacta a un menor de edad, a través de Internet, mediante la manipulación o el engaño, y ocultando su edad; logra que el niño o niña realicen acciones de índole sexual.
Los groomers o acosadores son las personas adultas que buscan hacerle daño al menor. Las mismas pueden ser hombres y mujeres de cualquier edad.
Los acosadores comienzan por acercarse a los niños ganando su confianza, creando lazos emocionales y luego les piden fotos para uso personal o inclusive muchas de ellas se comercializan como pornografía infantil. El anonimato de las redes sociales e internet les permite a los groomers camuflar su identidad haciéndose pasar por un amigo online de los niños.
Existen casos donde el grooming, también conocido como ciberacoso, entra en un círculo vicioso debido a que cuando el niño no desea enviar más material, suelen ser chantajeados con que le van a contar a sus padres lo sucedido entre ellos. En ese sentido, el secreto se vuelve la herramienta para controlar al niño al igual que el miedo, haciéndolo sentir asustado, avergonzado y culpable de lo ocurrido.
¿Cómo detectar el grooming?
Se debe prestar atención a los cambios de conducta o humor de la niña, el niño o el adolescente: si presenta repentina tristeza, baja su rendimiento escolar o quiere estar sola/o, si se observa nerviosismo, o ansiedad respecto del uso de los dispositivos (por ejemplo, en el caso de estar siendo amenazada/o y debe responder a los mensajes).
Dado que no hay otro mecanismo de acción contra el grooming más que la prevención, dar cuenta de esta problemática es la vía para hacerle frente.
“La mejor forma de abordar el Grooming o Ciberacoso es a través de una secuencia didáctica acorde a cada grupo y estudiantes, según sus posibilidades. Mediante diferentes recursos y estrategias didácticas, como ser: disparadores, técnicas grupales, talles y soporte audiovisual, desde la escuela podemos dar estas herramientas para prevenir este tipo de acoso”, agregó Silvia Pintos.
Consejos para acompañar a los más jóvenes:
- Uso responsable de la tecnología
- Es importante y recomendable que los padres tengan las contraseñas del teléfono y de las aplicaciones del menor para poder tener un control sobre las acciones del niño.
- El diálogo y el asesoramiento sobre el correcto comportamiento y el uso responsable tanto de internet como de las aplicaciones es necesario para el niño tenga el conocimiento sobre cómo utilizar su computadora, tableta o celular.
- Otra buena táctica es que, el niño consulte siempre con sus padres antes de aceptar o agregar a una persona en sus redes o WhatsApp. Por supuesto que, en el caso de no conocer a un usuario, se debe rechazar la solicitud.
- Mantener siempre los perfiles privados para reducir el público que tiene acceso a la información, fotos y ubicaciones cargadas.
- En el caso de que se produzca una situación de chantaje, mensajes de tipo sexual o pornográfico, es imperativo que el menor acuda a sus padres para que lleven a cabo las medidas y denuncias pertinentes.
- De ocurrir un ciberacoso es vital guardar las conversaciones, los mensajes o realizar capturas de pantalla que luego serán utilizadas como pruebas.
- Dialogar constantemente con los hijos para saber cómo usan la tecnología.
- Pedirles que no compartan información personal, o datos concretos que permitan ser utilizados por otras personas con malas intenciones.
- Utilizar herramientas de control parental para evitar que los hijos accedan a contenido inapropiado.
- Marcarles un límite de tiempo de uso de Internet.
- Prevenirlos de los peligros que puede ocasionar agregar personas que no conozca a sus redes sociales.
- Acompañar a los adolescentes y jóvenes en su participación en internet, ya sea en ámbito educativo como también en el hogar.
¿Qué hacer ante un caso de Grooming?
- Dialogar.
- Evitar avergonzar o culpar a la víctima para que pueda contar con sinceridad lo que le pasó.
- Evitar interrogatorios
- Acompañar con afecto con el objetivo de protegerlo.
El Grooming es un delito, por lo que se debe realizar la denuncia para iniciar la investigación del caso. La denuncia puede hacerse presencialmente en una comisaría o en una fiscalía y también, de manera online, en Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o llamando al 134 o al 0800-33 (FISCAL) 347225.
Llamar las 24 horas, los 365 días del año al 137 para obtener información y asesoramiento sobre tus derechos o denunciar el grooming. Si sospechas que un niño, niña o adolescente es víctima de grooming o explotación sexual, podés comunicarte por WhatsApp al 11-3133-1000.