El Gobierno cerró la compra del nuevo Tango 01. La decisión administrativa, que autoriza un incremento presupuestario para la Secretaría General, saldría publicada este viernes en el Boletín Oficial.
Ahora deberá depositar u$s22.230.000 en una cuenta de Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo que depende de Naciones Unidas, y entregar el viejo Tango 01, valuado en casi u$s3 millones.
El método de pago lo está manejando el Ministerio de Economía. Se estima que si la financiación es cara se pagará de contado, porque el Estado cuenta con el dinero para hacerlo en caso de que sea necesario.
“Es un avión usado, modelo 2000, pero que tiene varias actualizaciones le hizo el propietario en su momento. Es el mismo avión que el Tango 01 (Boeing 757), pero modelo 2000”, puntualizaron desde la Casa Rosada.
El nuevo avión es un Boeing 757-256 identificado con la matrícula N7575AG, tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones. A diferencia del Tango 01, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.
Respecto del origen del aeronave que adquirirá el Ejecutivo nacional, describieron: “El avión nace como avión de pasajeros y en 2006 lo compra un estadounidense y lo hace ejecutivo. Tuvo varias actualizaciones tecnológicas, con lo cual está al tope de todos los requerimientos tecnológicos de los aviones modernos. Por ejemplo, permitiría que el Presidente pueda tener comunicación constante con el mundo exterior, algo que no sucede actualmente”. La aclaración respecto de la posibilidad de que Alberto Fernández no quede incomunicado al estar en vuelo no es un dato menor, ya que en las giras que realizó al exterior fue uno de los temas de debate.
“Es importante que la flota presidencial tenga un avión para utilizar en viajes al exterior”, destacaron fuentes cercanas al jefe de Estado, que además reconocieron que la decisión se aceleró luego de la última gira que realizó Fernández, en la cual sufrió una descompensación producto de una gastritis erosiva que le fue diagnosticada durante su estadía la ciudad de Bali, en Indonesia.
De esta forma, el Gobierno cerrará una licitación que había abierto ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en 2020, cuando en un primer momento se había analizado la posibilidad de reparar el Tango 01, que fue adquirido durante la Presidencia de Carlos Menem y quedó en desuso en 2017.
“En un primer momento se intentó reparar el Tango 01, previo a la pandemia, pero en un momento la OACI nos indicó que la reparación iba a ser complicada porque se había roto la cadena de suministros. Entonces, nos recomendaron ir por un Exchange, que es un contrato propio del régimen aeronáutico, en el cual entregas una aeronave en forma de pago”, explicaron.
En un informe elaborado a pedido de la Secretaría General de Presidencia, al que accedió NA, se detalla que la decisión de optar por el Exchange respondió a “la imposibilidad total de planificar una fecha cierta o razonable que permitiera saber cuánto tiempo llevaría la reparación del Tango 01”, al igual que “la falta de disponibilidad de personal técnico-profesional especializado que pudiera abocarse a las tareas de reparación”.
Además, se tomó en cuenta “el excesivo tiempo transcurrido por la nave sin volar, que impidió, entre otras cosas, las revisiones técnicas regulares con la profundidad requerida para la detección y mensura de problemas a resolver”.
Finalmente, se constató la “corrosión en motores y fuselaje que impide el traslado del avión a talleres especializados”, por lo que “la suma de situaciones inclinaron la consideración de los técnicos para recomendar la concentración en el proceso de Exchange”.
“En consecuencia, continuar con el criterio de la reparación, desoyendo los consejos de los expertos del organismo, implicaba asumir la realidad de que la reparación sería más costosa y con tiempos indeterminados”, subraya el documento.
Entre los argumentos para avanzar en la compra de la aeronave se incluye el dinero que representa para el Estado el alquiler de aviones para que se traslade el Presidente a los distintos lugares que lo requiere su agenda internacional.
“El proyecto siempre estuvo, pero se había dilatado un poco por razones presupuestarias. Con lo que te ahorras en alquileres lo pagas en una presidencia al avión, se termina amortiguando”, justificaron. En esa línea, graficaron: “El precio del alquiler depende de las horas de vuelo y la cantidad de días de la gira. La visita a Francia, Indonesia y España salió 939 mil dólares”.
“El plus es que este avión también lo puede usar para trasladarse por toda la Argentina, no solamente en giras internacionales. Es un avión que tiene un techo de servicio muy alto, porque con la capacidad de combustible que tiene podés volar alrededor de 13 horas seguidas”, señalaron en cuanto a la autonomía.