El board del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la tercera revisión de las metas del acuerdo con la Argentina y destrabó un desembolso “inmediato” de u$s5.900 millones (unos 4.500 millones DEG) de que ya fue recibido por el Banco Central en sus arcas.
“El ajuste en las políticas macroeconómicas desde julio están empezando a dar frutos. La inflación está cediendo, la balanza comercial está mejorando y las reservas se están fortaleciendo gradualmente”, reconoció la entidad en un comunicado.
Y agregó: “Con un contexto externo e interno más desafiante, la implementación decisiva del programa será fundamental para salvaguardar la estabilidad y los objetivos del programa”.
En la comunicación de variables financieras de la fecha, la autoridad monetaria informó reservas brutas por u$s43.263 millones, lo que implica una suba de u$s4.211 millones en relación al cierre de ayer. Cifras que coinciden con el ingreso de los dólares y los pagos al propio organismo.
Estos fondos son claves para el Gobierno, que entre este miércoles y jueves debía afrontar vencimientos por u$s2666 millones en total.
El pasado 2 de diciembre el equipo técnico del Fondo anunció que había alcanzado una aprobación a nivel de personal técnico sobre la tercera revisión bajo el acuerdo de Facilidades Extendidas por 30 meses vigente para la Argentina.
“La prudente gestión macroeconómica y los esfuerzos para movilizar financiamiento externo están respaldando la estabilidad macroeconómica—se está restableciendo el orden fiscal, moderando la inflación, mejorando la balanza comercial y fortaleciendo la cobertura de reservas”, indicó el staff que representa a la entidad que dirige Kristalina Georgieva.
De todas formas, el organismo advirtió que “será fundamental” continuar con el proceso de consolidación fiscal que prevé una reducción del déficit fiscal primario del 2,5 % del PBI en 2022 al 1,9 % del PBI en 2023.
En el comunicado, “se acordó que los objetivos clave del programa—en particular los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas—permanecerían sin cambios durante el resto de 2022 y 2023 para continuar anclando la formulación de políticas y la credibilidad.