Luego de un 2022 signado por la alta inflación, los economistas proyectan que el IPC de diciembre se ubicará cerca del 5% y esperan que el año cierre entre el 95 y el 97%, acorde a las previsiones del Presupuesto. Sin embargo, para el 2023 las proyecciones no son alentadoras y los analistas ya estiman que el nivel de precios se encontrará por encima del 115%.
La inflación de noviembre fue en contra todas las previsiones de los analistas, incluso de la Relevación de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA), que la había situado en 6,1%. El IPC del anteúltimo mes del año finalmente cerró en 4,9% y dejó el acumulado anual en 92,4%. De no mediar una inflación mensual récord en diciembre, el 2022 terminaría por debajo del 100% que había estimado el REM en octubre.
Diego Martínez Burzaco, head of Research de Inviu, aseguró que el índice de noviembre “sorprendió a todos porque las mediciones privadas estaban en el orden del 5,5%”. Para el último mes del 2022, los analistas prevén que la inflación se ubique entre el 4 y el 5%, y que acumule un alza de entre el 95% y el 97% en los 12 meses del año.
“Creemos que puede haber una continuidad de inflación relativamente baja para lo que estábamos acostumbrados. Lo vemos como algo más bien transitorio, en el que influyen la estacionalidad de precios, la prudencia fiscal y los controles de precios, que en el primer impacto tienden a bajar”, señaló Martínez Burzaco.
Matías de Luca, analista de la consultora LCG estimó que la inflación cerrará “en torno al 97% anual en diciembre” y advirtió que “para el bimestre de enero-febrero los registros alcanzarán el 100% anual”.
En esa línea, la economista de C&T, María Castiglioni, estimó una inflación mensual de diciembre por encima del 6% producto de “los fuertes aumentos en los rubros de esparcimiento, lo relacionado con las fiestas y las tarifas”. “A partir de marzo va a estar por encima del 100%. Los acuerdos de precios van a permitir cerrar por debajo del 100%”, agregó.
Por su parte, el economista Gabriel Caamaño dijo que el IPC de diciembre estará “en torno al 6%”, lo que generaría “un 96,5% o más en todo el año”. “En términos reales es una economía estancada. Es claramente un contexto marcadamente estanflacionario”, agregó.
El director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut, señaló que “en diciembre la inflación va a estar en torno a 6% y en el año va a estar cerca del 99%”. En tanto, Lucio Garay Méndez, analista de EcoGo, proyectó un cierre del 2022 menor al de sus colegas: “Estimamos que la inflación cierre en 95,1%”.
Para el próximo año, los analistas proyectan una inflación anual que rondará entre el 110% y el 120%. Por su parte, los pronósticos del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) alcanzaron el 99,7%. Estas estimaciones se alejan del índice de precios que está previsto en el Presupuesto 2023, que espera que ronde el 60% en promedio para el año próximo.
“Estamos proyectando una inflación cercana al 109% anual para diciembre de 2023″, aseguró De Luca, mientras que Garay Méndez reveló que la proyección de EcoGo es de 117,7%.
“Para que cierre en 60% en promedio, la inflación mensual tiene que ser del 4% y en el segundo semestre de 2022 la economía rondó el 6% mensual”, señaló De Luca.
Uno de los motivos trascendentales que pueden incidir en el Índice de Precios al Consumidor anual del próximo año tiene que ver con los acuerdos de precios que firmó el Gobierno en las últimas semanas.
De Luca dijo que el programa Precios Justos puede ayudar a “disminuir los registros”, pero advirtió: “El programa es transitorio y la inflación mayorista en noviembre fue de 6,3%, mientras que la inflación minorista, sobre la que aplica el programa fue de 4,9%. Esto refleja que la economía continúa en un piso del 6% mensual de inflación”.
“Se amenaza con que cuando finalice el programa, la remarcación de precios reavive la inflación. Para que la inflación baje consistentemente, primero se deben corregir múltiples precios como el tipo de cambio y las tarifas”, agregó De Luca.
Garay Méndez señaló al “exceso de pesos en la economía y la falta de dólares en las reservas” como los motivos por los que el año que viene “seguramente haya una nueva aceleración inflacionaria”.
El economista agregó que las elecciones presidenciales del año próximo generarán “mayor presión en los salarios y en el gasto público”. “La falta de dólares exige un dólar oficial moviéndose más rápido y la poca capacidad del Gobierno de financiar su déficit sumado al alto stock de pasivos remunerados presionan por mayor impresión de pesos, lo que probablemente presione sobre los precios”.
En esa misma línea, De Luca agregó: “El tipo de cambio es un precio que determina muchísimos otros costos. Este va a marcar en parte el ritmo de la inflación, ya que se ajusta en base a ella y promueve un ciclo que se retroalimenta”.