El fútbol está de luto. Pelé, el máximo ídolo brasileño y uno de los mejores jugadores de la historia, murió este jueves a los 82 años. Ganador de tres Mundiales (1958, 1962 y 1970), ‘O Rei’ dejó una de las huellas más importantes del deporte. Su fallecimiento conmociona al planeta entero.
El estado de salud de Pelé se había agravado en los últimos días, a tal punto que su familia había dicho que iba a pasar la Navidad internado. El brasileño, que padecía un cáncer de colon, había sufrido una progresión de la enfermedad en el último tiempo, además de disfunción renal y cardíaca.
Pelé fue internado el 29 de noviembre para una reevaluación de su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer de colon detectado el año pasado. Desde ese momento afrontó altibajos en su salud. Su cuadro la semana pasada. Murió este jueves.
El rey del fútbol que nació en Tres Corazones
El 23 de octubre de 1940, nació en el pequeño pueblo de Tres Corazones, en Minas Gerais, Edson Arantes do Nascimento. Su padre era un discreto jugador de fútbol del Atlético Mineiro que debió dejar tempranamente por una seria lesión. Pero ese niño recién nacido iba a simbolizar la belleza y la efectividad en el juego más hermoso del mundo.
Su padre se mudó a San Pablo en busca de mejores horizontes, pero la pobreza acompañó la infancia del pequeño Pelé. Muy joven, ayudaba a su familia trabajando en una zapatería, por la que recibía un pago de dos dólares diarios.
Pero, en cambio, ya era un gran jugador de fútbol infantil y luego juvenil. Así fue que el técnico Waldemar Brito convenció a su madre para que lo dejara ir a probarse al Santos Fútbol Club, equipo que está en la ciudad que sirve de puerto para San Pablo.
De inmediato, sorprendió por su calidad. Aunque le dijeron que debía mejorar su condición física para resistir los desafíos del fútbol de elite. Firmó como profesional en 1956, tenía solo 16 años. A esa edad debutó en Santos y marcó un gol en su primer partido oficial (es el máximo artiller de la historia del equipo paulista con 643 tantos oficiales). No pararía más hasta su retiro, en 1977.
El joven futbolista deslumbraba partido tras partido y allí recibió el apodo que le quedó para siempre: Pelé, aunque nunca se explicó claramente el origen de ese sobrenombre.
Pelé fue extraordinario por su despliegue, su habilidad, sus gambetas, sus disparos con el pie derecho, pero también pateaba muy bien con la izquierda. Además, saltaba de manera increíble y cabeceaba muy bien. Por todo eso, con solo 17 años lo convocaron para la selección brasileña. Sin embargo, tuvo que superar un escollo nacional.
Servicio militar y rutilante aparición en el fútbol mundial
En 1958, fue llamado a cumplir con el servicio militar. Por su valor como futbolista hizo que se le permitiera viajar con la “verde amarela” a Suecia. El mundo estaba por descubrir a una estrella que brillará para siempre.
Brasil ganó de manera contundente ese Mundial. En la final, aplastó a los locales por 5 a 2. Pelé hizo dos goles, uno de ellos, un golazo: tomó la pelota en el área, la dominó con el pecho y se la pasó por encima de la cabeza a un defensor, para luego sacar un tiro que batió al arquero. Primera Copa del Mundo para Brasil y un “rey” del fútbol hacía su presentación.
México 70: Brasil tricampeón y la apoteosis de Pelé
El seleccionado brasileño dominó el mundo desde 1958. Ganó el Mundial de 1962 en Chile, que significó la segunda Copa para Pelé, aunque solo pudo jugar dos partidos. Imparable, los rivales solo lo frenaban a patadas, a tal punto que terminaron por lesionarlo.
En 1966, el Mundial se jugó en Inglaterra, la cuna del fútbol. Allí también llegó Portugal con Eusebio, “la Pantera de Mozambique”. Sin embargo, los portugueses también se dedicaron a pegarle a Pelé y lo lesionaron. Brasil perdió y quedó eliminado del certamen. Finalmente, Inglaterra venció a Alemania con un “gol fantasma” en la final.
Ya en 1970, Pelé era “O rei” en su máxima expresión. El equipo brasileño fue imbatible y sensacional. Tenía cinco números 10 en su formación titular. Claro que la camiseta con ese número era de Pelé. En la final, el seleccionado brasileño aplastó 4 a 1 a Italia. Pelé marcó un golazo de cabeza y le dio un pase extraordinario a Jairzinho para otro.
Brasil logró ser el primer país en consagrarse tricampeón mundial. Por eso, ganó el derecho de quedarse con la copa Jules Rimet. A partir del mundial de Alemania 74 se estrenó la Copa que acaba de ganar la Argentina.
Pelé, en la cima del fútbol, celebró con el mundo a sus pies en el estadio Azteca. Y volvió a sorprender a todos. A los 30 años -en plenitud- se retiró de la selección brasileña. El impacto fue tal que la Canarinha necesitó 24 años para volver a ganar un Mundial (Corea/Japón 2002).
Pelé siguió jugando al fútbol en su único club: el Santos. Con él, ganó las Copas Libertadores de 1962 y 1963 y las Intercontinentales de esos mismos años.
El 19 de diciembre de 1969 logró un hito. Jugaba su partido número 909. El rival, Vasco da Gama, en el estadio Maracaná. A los 33 minutos del segundo tiempo hubo un penal para el Santos. Pelé pateó con su diestra magistral y conquistó el gol 1.000 en su carrera. Como en todo gran acontecimiento del fútbol, no podía faltar un argentino. La “víctima” fue Edgardo “el Gato” Andrada, exarquero de Rosario Central.
En septiembre de 2021, Pelé fue diagnosticado con un cáncer de colon. Tuvo que ser operado y someterse a un tratamiento de quimioterapia. Durante el Mundial Qatar 2022, su enfermedad se agravó. Debió ser internado en el Hospital Albert Einstein de San Pablo. Desde allí vio la Copa. Sufrió por la eliminación de Brasil, pero celebró el título de Lionel Messi y la Argentina
Sobre fines de diciembre, los médicos dijeron que se produjo una “progresión” del cáncer, que afectó órganos vitales como el corazón y los riñones. Finalmente, el jueves 29 de diciembre, Pelé falleció. Tenía 82 años.