Los restos del papa emérito Benedicto XVI están en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Convertida en capilla ardiente para que los fieles del mundo puedan llegar hasta él para darle el último adiós.
Todo se hará en un marco de austeridad, tal como fue la última voluntad de Josef Ratzinger, quien fue electo como Benedicto XVI en 2005 hasta su sorprendente renuncia el 28 de febrero de 2013.
En ese momento, anunció su retiro porque dijo no tener las fuerzas necesarias para cumplir con todos los desafíos pendientes para la Iglesia Católica.
El pasado 28 de diciembre, Francisco pidió especialmente rezar por el papa emérito que “estaba muy enfermo”. Murió tres días después.
Cuatro días de velatorio en San Pedro
Miles de fieles pasan por la Basílica de San Pedro para ver el cuerpo de Benedicto XVI. La guardia Suiza – la custodia y cuerpo de seguridad en El Vaticano – preparó un recorrido con vallas en la plaza de San Pedro para organizar el pasó de los fieles al interior de la Basílica en donde se encuentran los restos del papa emérito.
A las 7 de la tarde, hora de Roma, se cerrarán las puertas por este día y se reabrirán el martes y miércoles, en los mismos horarios. Finalmente, el jueves, será el momento del funeral, con un servicio especial que encabezará el papa Francisco.
Los restos del primer pontífice alemán de la era moderna fueron trasladados durante la madrugada desde la capilla privada del Monasterio Mater Ecclesiae (dentro de El Vaticano), donde vivía desde su renuncia en 2013, hasta la basílica. Su cuerpo fue colocado bajo el altar de la confesión, exactamente igual que durante el funeral de Juan Pablo II, tras su muerte en 2005.
Benedicto XVI, de blanco, con la casulla roja del luto papal y la mitra, yace sobre un catafalco cubierto por una tela amarilla. Su cuerpo está flanqueado por dos guardias suizos. Varios cardenales y miembros de la Curia romana.
El obispo Georg Gänswein, su estrecho colaborador estuvo hasta el último aliento con Benedicto XVI. Fue el encargado de avisarle la noticia de su muerte a Francisco. Está en la capilla ardiente de la basílica y es quien recibe el pésame de las autoridades.
Justamente, una de las primeras en entrar en la capilla fue la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, poco después de las 9 de la mañana. También acudieron el presidente de la República, Sergio Mattarella y Mario Monti, último primer ministro italiano durante el pontificado de Benedicto XVI.
El próximo jueves, el funeral
Se espera una afluencia de hasta 60.000 personas y ya se están instalando las sillas -unas 5.000- en la plaza de San Pedro para autoridades e invitados especiales.
El jueves, Francisco presidirá las exequias del papa emérito en plaza de San Pedro; una ceremonia cuyo inicio está previsto a las 08:30 horas.
Como la renuncia de un papa se produjo por primera vez en 700 años, no hay un protocolo específico, por lo que se han adaptado algunos de los pasos para el caso de la muerte de un pontífice en ejercicio.
Se trata de la primera vez en la historia que un papa preside el funeral de su predecesor.
Con ese acto concluye la época de los “dos papas”, los dos vestidos de blanco, que convivieron durante casi una década en el Estado más pequeño del mundo.
En 2005, un millón de personas asistieron al funeral del carismático papa polaco, Juan Pablo II. Aunque Benedicto XVI nunca fue tan querido, como jefe de Estado, será despedido por altos dignatarios y fieles.
sus restos serán depositados, finalmente, en las grutas grutas vaticanas, que guarda no solo los restos del apóstol San Pedro (el primer papa), sino que se encuentran las tumbas de los papas.