La extenista Martina Navratilova anunció en sus redes sociales que sufre un cáncer de garganta y de mama, aunque aclaró que ambos están en una fase “curable”. La legendaria jugadora de 66 años, indicó que la enfermedad fue detectada en la primera fase de su desarrollo y que iniciará el tratamiento la semana próxima.
“Este doble golpe es serio, pero todavía curable. Espero que salga bien. Va a fastidiar por un tiempo, pero voy a luchar con todo lo que tengo”, dijo Navratilova, en declaraciones a la WTA (Woman Tenis Asociation).
La extenista estadounidense, de origen checo, ganadora de 59 títulos entre individuales, dobles y dobles mixtos, se enteró de que tenía un ganglio en el cuello en las últimas Finales WTA de Fort Worth (Texas), y los exámenes a los que se sometió detectaron un cáncer de garganta y uno de mama, ambos en primera fase de su desarrollo.
Reconocida como una de las leyendas del deporte mundial en el siglo XX, Navratilova marcó una época en el tenis con 332 semanas en el número uno del mundo en 1978 y 1987 y victorias en los cuatro torneos ‘Grand Slam’: Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open.
“Prefiero hablar lo menos posible y aportar cosas que el aficionado no pueda encontrar en Google, como las estadísticas. No quiero contarles lo que está ocurriendo, sino por qué está ocurriendo”, prosigue la exjugadora, que hace un año acusó a la cadena británica de valorar más a los comentaristas masculinos, al enterarse de que John McEnroe cobraba 10 veces más que ella por comentar partidos de Wimbledon. “Nos dijeron una cosa, pero luego los datos salieron a la luz y nos dijeron otra distinta. Una vez que se supo todo, ellos lo arreglaron”, contó a The Sunday Times.
Hace un par de años, Navratilova reprendió mediante una carta abierta a Margaret Court, la tenista (hombre o mujer) con más Grand Slams (24) de la historia. La australiana, ahora pastora cristiana, manifestó que el tenis “está lleno de lesbianas” y atacó duramente al movimiento LGTB. “Ahora está claro quién es Court: una jugadora asombrosa, y también racista y homófoba”, redactó la estadounidense, que en 2012, después de haber escuchado el reiterado desprecio de la oceánica, saltó a la pista central de Melbourne (llamada Margaret Court Arena) con una camiseta con la bandera arcoiris.
En el presente, contempla con admiración el discurso de la futbolista norteamericana Megan Rapinoe, capitana de la selección de EE.UU. y también muy crítica con Trump, hacia el que dirigió buena parte de su discurso tras conquistar del último Mundial. “Es fantástico lo que está sucediendo. Parece que lo del matrimonio gay y todo esto ha ido muy rápido, pero si vives en medio de ello va muy lento… Cuando alguien reconoce que es homosexual, ahora ya no sale en los titulares y estoy emocionada. Esto es exactamente por lo que he estado peleando durante décadas”, cerró Navratilova.