En tiempos donde la delincuencia se aggiorna a las nuevas tecnologías, una estafa por internet tiene en alerta a los principales responsables de ciberseguridad en el mundo.
Según reveló la empresa Group-IB, especializada en protección contra delitos informáticos, encontraron denuncias de un malware llamado “GodFather” en al menos 16 países.
Qué es un malware
Como su nombre lo indica, un programa malicioso (malware) es un software que realiza daños en sistema informático de manera intencionada y sin que el usuario tenga conocimiento de lo que está ocurriendo en su dispositivo.
En el caso del “GodFather” se trata de lo que se denomina troyano, es decir un programa que bajo una interface inocente se apodera del control del aparato y sus aplicaciones.
Cómo funciona “GodFather”
Según la información brindada por Group-IB, después de robar las credenciales de los usuarios y pasar por alto la autenticación de dos pasos, los delincuentes acceden a las cuentas bancarias y las billeteras criptográficas de las víctimas donde retiran su dinero.
Desde octubre de 2022, 215 bancos internacionales, 94 billeteras de criptomonedas y 110 plataformas de Exchange han sido víctimas del malware “GodFather”.
Además, indicaron que las empresas más afectadas se encuentran en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, España y Turquía. Hasta el momento todos los casos reportados ocurrieron en usuarios del sistema operativo Android, por lo que se presume que el troyano no logra ingresar en dispositivos Apple.
Los especialistas en ciberseguridad indicaron que “GodFather” es la evolución de un troyano que quedó obsoleto en 2019 y era conocido como “Anubis”.
Cómo evitar ser víctima de “GodFather”
En primer lugar, es fundamental que solo se instalen en los dispositivos las aplicaciones que cuenten con el sello de aprobación de Google Play Store. Si bien no significa que los restantes programas sean maliciosos, no cuentan con el control de la compañía administradora de Android.
Asimismo, es importante conocer qué tipo de permisos nos piden los programas y a qué funciones de nuestro teléfono querrán tener acceso.
Por último, ante la sospecha de haber sido víctima de este tipo delitos borrar todos los programas que hayan sido instalados en el último tiempo y luego cambiar las principales contraseñas.