Enero marcó el inicio de un año en el que el Gobierno utilizará la economía como pulso electoral y ya arrancó con una promesa: bajar la inflación un punto por bimestre. No obstante, luego de un 2022 ardido en los precios, el 2023 podría comenzar con una nueva aceleración del índice que acompaña el costo de vida.
El punto de partida es por demás complejo: un 94,8% anual y un 5,1% en diciembre para coronar 12 meses de carrera, acuerdos y maniobras contra un aumento de precios que ya forma parte de un régimen de alta inflación en el que los actores y productos de la economía son más sensibles a los vaivenes políticos.
Sin embargo, ya avanzado el primer mes del año las consultoras privadas apuntan a incrementos por encima del 6% con fuerte impulso de alimentos estacionales y carnes, que hasta diciembre anclaron los índices a la baja. También influyeron alzas reguladas, algunas previstas para diciembre como las tarifas de luz, gas y agua pero postergadas a enero para aliviar la última cifra del 2022.
El sendero al que apunta la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía tiene como clave la cifra de abril, de un 3%. No obstante, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central previó un 5,6% para enero y aceleración para los meses siguientes: un 5,7% en febrero, un pico de 6,2% en marzo y 6% para el cuarto mes del año, el doble de lo que el Gobierno trazó como horizonte posible.
Regulados, alimentos y bebidas
Según la consultora C&T Asesores Económicos, el índice de enero ya ronda el 6,3%. “Las subas programadas, el salto estacional de turismo y alimentos y bebidas no alcohólicas están aumentando a un mayor ritmo que diciembre”.
En su relevamiento, las verduras volvieron sufrir fuertes alzas de más de 20% promedio, las frutas en cambio se comportaron con leves bajas. Alimentos y bebidas en promedio aumentó 5,3% en promedio sujeto a los factores que pudieron haber intervenido durante esta semana.
“Las carnes, que venían muy bajas, se incrementaron alrededor de 4% (sigue siendo menos que la inflación). En el mercado de Liniers se está viendo una suba fuerte y en cualquier momento se empieza a trasladar al consumidor”, consideró la experta.
Para Eco Go, el dato de inflación de enero se ubicaría en 5,6%, 0,2 puntos porcentuales por encima de lo esperado la semana pasada por mayores alzas en alimentos.
“Los productos regulados impulsaron el indicador general del mes al alza destacándose los aumentos en prepagas (6,5%), combustibles (2%), y tarifas de gas, luz y agua (14,1%, 19,6% y 20,1% respectivamente), servicio doméstico (6,5%), tarifas de colectivo y tren en AMBA (entre el 20% y el 70% dependiendo el servicio), entre otros”, indicó el informe de la consultora que dirige Marina Dal Poggetto.
Orlando Ferreres & Asociados, en cambio, proyecta un índice general de precios similar a los números de diciembre pasado (5,1%).
Precios Justos para bajar la inflación
En ese contexto, el ministerio de Economía busca apuntalar los programas de precios y los dólares paralelos, que entran en las estructuras de costos de las empresas, como dos anclas posibles a los valores y la especulación. Sobre todo, de los alimentos y productos de primera necesidad de extrema sensibilidad ante el humor social.
El programa Precios Justos es una de las claves de la estrategia de Massa para cumplir con su hoja de ruta. En las últimas semanas comenzaron las negociaciones con alimenticias y supermercados para acordar qué pasará con los 2000 productos congelados hace cuatro meses y los aumentos con tope para los 30.000 artículos por fuera de esa canasta.
Según indicaron fuentes oficiales a este medio, la intención oficial es trabar el techo de incrementos alrededor del 3% y no descartan que algunos de los productos de precios fijos salgan del programa y entren otros.