El gobernador abrió las sesiones ordinarias de la legislatura bonaerense con fuertes críticas a la Justicia y definiciones políticas.
Finalmente, tras la suspensión de su discurso por el apagón eléctrico de la semana pasada, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, inaugura hoy las sesiones sesiones ordinarias de la legislatura bonaerense. Y lo hace con fuertes críticas a la Justicia y con definiciones políticas en medio de la interna del Frente de Todos de cara a las elecciones.
“El de hoy es mi última apertura de sesiones, o en todo caso la última de esta primera etapa, será el tiempo y el pueblo de la provincia el que lo disponga”, afirmó el mandatario provincial que, así, sugirió que buscará la reelección, mientras un sector del Frente de Todos busca impulsar su nombre para una candidatura nacional.
Con relación a la Corte Suprema, Kicillof calificó de “bochornoso” el fallo que benefició a la ciudad de Buenos Aires en relación al reclamo del gobierno porteño por los fondos de la coparticipación federal que habían sido reducidos por decisión del gobierno nacional.
A su vez, habló sobre la situación judicial de la Vicepresidenta: “El peronismo tiene una larga historia de ser víctima de persecuciones. Lo vemos hoy con la proscripción que pesa sobre Cristina. Este hecho entraña un deterioro de la calidad democrática preocupante e inadmisible”.
Otras frases de su discurso
“Luego de la crisis vinculada a las políticas implementadas en 2016-2019, padecimos la pandemia. Durante 2021 pudimos más que recuperar la caída de 2020 y en 2022, la actividad económica provincial presentó un crecimiento acumulado del 4,3% en relación con el año anterior”.
“La educación es una prioridad absoluta de nuestra gestión. En coordinación con los municipios llevamos 148 nuevos edificios escolares finalizados y 400 con refacción integral; 5.116 reparaciones terminadas”.
“La seguridad es uno de los problemas estructurales de nuestra Provincia. La experiencia del gobierno anterior demostró que no existe ninguna estrategia de comunicación que pueda reemplazar la falta de una verdadera política de seguridad”.