La lucha por la igualdad de género, el ejercicio efectivo de los derechos y el reconocimiento en la sociedad.
Esta conmemoración surgió en un contexto histórico de lucha por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres. Una batalla que todavía resulta necesaria para combatir la violencia de género, la falta de oportunidades y la gran brecha laboral con los hombres.
Aunque esta fecha fue reconocida a nivel mundial recién en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las mujeres comenzaron a alzar su voz muchísimo antes. Desde la antigua Grecia cuando Aristófanes reflejó en su obra Lisístrata una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra hasta la Revolución francesa, cuando las mujeres marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, bajo la bandera de la libertad, igualdad y fraternidad.
La idea de instituir un Día Internacional de la Mujer se dio a finales del siglo XIX, en una época en el que el mundo industrializado atravesaba un periodo de expansión y desorden, con un crecimiento desmedido de la población y el auge de ideologías radicales.
El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil -conocidas como garment workers- de Nueva York organizaron una protesta. Su reclamo era contra los sueldos bajos y las condiciones laborales inhumanas. La policía no lo dudó y las dispersó atacándolas. Dos años después, también en marzo, estas mujeres crearon su primer sindicato para protegerse de sus empleadores.
Otro 8 de marzo, pero de 1908, estas 15 mil mujeres volvieron a salir a calles de Nueva York para exigir el aumento salarial, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. Su eslogan fue “Pan y Rosas”; el pan simbolizaba la seguridad económica y las rosas una mejor calidad de vida. En mayo de ese mismo año, el Partido Socialista de los Estados Unidos declaró el 28 de febrero como el primer Día Nacional de la Mujer. Las estadounidenses lo siguieron celebrando hasta 1913.
En 1910, darían un paso más. Ese año se celebró una conferencia internacional entre organizaciones socialistas en Copenhague. Allí se propuso crear un Día de la Mujer de carácter global. La propuesta fue de la socialista alemana Clara Zetkin, que buscaba conmemorar la huelga de las garment workers de los Estados Unidos. Por unanimidad, la idea fue aprobada por más de 100 mujeres procedentes de 17 países. Aunque en ese momento no se fijó ningún día en concreto para la celebración.
La repercusión fue inmediata. En 1911, se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. La fecha elegida fue el 19 de marzo. Más de un millón de personas salieron a manifestarse. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, las mujeres exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Pero ese año, un hecho trágico marcaría la lucha de los derechos de la mujeres: el incendio en la Triangle Shirtwaist Company, el 25 de marzo. Más de 120 trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron calcinadas al no poder salir del edificio, ya que la única puerta estaba cerrada con llave y trabajaban en pésimas condiciones. El sindicato Women’s Trade Union League y el International Ladies’ Garment Workers Union organizaron muchas de las protestas contra esta tragedia, que pudo haber sido evitada, entre las que destaca el desfile funerario silencioso, que reunió cerca de 100.000 personas.
El camino ya estaba marcado. En medio de los movimientos pacifistas que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1975, la ONU llamó la atención mundial cuando decidió que sería un Año Internacional de la Mujer -con fecha el 8 de marzo- para conmemorar la lucha de las mujeres a nivel global.
Dos años después, llamó a todos los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y nacionales, el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Desde entonces, la lucha por la igualdad continúa.