El Ministerio de Salud prohibió la venta, importación y publicidad de los cigarrillos electrónicos en todo el país.
Para la cartera sanitaria, el uso de este tipo de dispositivos es potencialmente dañino para la salud, además de ser mucho más adictivo para los jóvenes. La prohibición abarca también todo tipo de accesorios, cartuchos y barras de tabaco para ser calentada en esos sistemas. En Argentina hay un estimado de 45.000 muertes por (14% de todas las muertes), 19.000 diagnósticos de cáncer, 33.000 neumonías, 61.000 hospitalizados por enfermedad cardiovascular (11.000 accidentes cerebrovasculares), y más de 100.000 personas que cada año enferman de EPOC. El tabaquismo es una causa de pérdida de productividad por enfermedad, muerte prematura y discapacidad.
Además, en 2020, el tabaco generó un costo directo anual de más de $196 mil millones. A eso se le suma un costo de productividad laboral perdida superior a $91 mil millones y un costo de cuidado informal de más de $74 mil millones. En resumen, el costo del tabaquismo en 2020 fue equivalente a más del 1,2% del Producto Bruto Interno (PBI) de todo el país.
De acuerdo a investigaciones, los productos de tabaco calentado producen aerosoles con nicotina y otras sustancias químicas que son dañinas para la salud. Además, son especialmente atractivos para los niños y adolescentes. Su introducción en el mercado tiene potencial de llevar a la iniciación tabaquera en jóvenes y adultos no fumadores.