La debilidad del precio del hidrocarburo impulsó a los países productores a reducir aún más de lo esperado su producción. El mercado reacciona hoy a la decisión.
Los precios internacionales del petróleo se dispararon el lunes, registrando su mayor suba diaria en casi un año, después de que un sorprendente anuncio de la OPEP respecto a recortará la producción sacudiera los mercados.
El crudo Brent cotizaba a USD 84,53 el barril a las 11.15 de Greenwich, con una suba de USD 4,64 dólares, o un 5,8%, tras tocar su máximo en un mes en 86,44 dólares. El crudo West Texas Intermediate (WTI) estadounidense cotizaba a USD 80,23 el barril, con una suba de USD 4,56, o un 6%, tras tocar su nivel más alto desde finales de enero.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, incluida Rusia, sacudieron los mercados al anunciar el domingo nuevos recortes de su objetivo de producción de unos 1,16 millones de barriles diarios.
Se esperaba que el grupo, conocido como “OPEP+”, mantuviera su decisión anterior de recortar la producción en 2 millones de barriles diarios hasta diciembre en su reunión mensual del lunes. Los compromisos elevan el volumen total de recortes de la OPEP+ a 3,66 millones de barriles diarios, lo que equivale al 3,7% de la demanda mundial.
Como resultado del anuncio, Goldman Sachs rebajó su previsión de producción de la OPEP+ para finales de 2023 en 1,1 millones de barriles por día y elevó sus previsiones de precio del Brent a USD 95 y USD 100 el barril para 2023 y 2024, respectivamente, según indicó en una nota.
El Gobierno de Biden dijo que la medida anunciada por los productores era desaconsejable y algunos analistas cuestionaron la justificación de la OPEP+ para el recorte adicional de la producción.
“Lo que estamos presenciando es un grupo OPEP+ adaptable y ágil que es capaz y está dispuesto a actuar adelantándose a los acontecimientos. Las recientes turbulencias del mercado, en las que el crudo Brent cayó hasta los 70 dólares por barril, probablemente asustaron un poco a la OPEP+”, afirmó Bjarne Schieldrop, analista jefe de materias primas de SEB en conversación con Reuters.
El Brent cayó el mes pasado hacia los USD 70 por barril, el nivel más bajo en 15 meses, por el temor a que la crisis bancaria mundial y la suba de las tasas de interés afecten a la demanda, a pesar de la menor producción de petróleo de la OPEP en marzo debido a la interrupción de algunas exportaciones de Irak.
El domingo Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Irak y Omán anunciaron que, a partir de mayo y hasta finales de 2023, aplicarán una reducción “voluntaria” de la producción de petróleo adicional a la ya acordada en la reunión de la OPEP a finales del año pasado, informaron fuentes oficiales.
De esta forma, Arabia Saudí aplicará una reducción adicional de medio millón de barriles diarios, Emiratos de 144.000 barriles diarios, Kuwait de 128.000 barriles diarios, Irak de 211.000 y Omán de 40.000, según las agencias de noticias oficiales de estos países.
Asimismo, apuntaron que estas reducciones “voluntarias” se han decidido “en coordinación con algunos otros países participantes” de la OPEP+, que no especificaron.
El pasado octubre, los países de la OPEP dieron luz verde a reducir la producción de crudo en dos millones de barriles por día hasta finales de 2023.
“Este recorte voluntario se suma a la reducción de producción acordada en la trigésimo tercera Reunión Ministerial” de la OPEP+ celebrada el pasado octubre, indicaron las agencias saudí y emiratí, que añadieron que esta “medida cautelar” tiene el objetivo de “apoyar la estabilidad del mercado petrolero”.
El Ministerio de Petróleo de Irak, por su parte, indicó que el recorte se ha decidido también para “hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta el mercado mundial de petróleo y lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda”.
Asimismo, recordó que esta nueva medida fue tomada “de manera que no contradiga la política anterior de reducción”.
Esta decisión se produce en la víspera de que un comité de la alianza petrolera OPEP+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, evalúe en una teleconferencia si la situación actual del mercado justifica un reajuste de su oferta conjunta de crudo.