Desde 2004, cada 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, patrocinado por la Federación Mundial del Lupus, una coalición de organizaciones de pacientes con lupus de todo el mundo.
El objetivo de esta fecha se centra en la necesidad de priorizar los servicios de salud, aumentar la investigación sobre las causas y su cura, mejorar el diagnóstico, el tratamiento y los estudios epidemiológicos del impacto global de la enfermedad.
¿Que es el Lupus?
El lupus es una enfermedad autoinmune. Es decir que no se contrae por contagio sino por un desarrollo interno que puede producirse por diferentes factores, atacando al sistema de defensa interno del organismo, provocando daños muchas veces irreversibles a lo largo del tiempo.
Lo que el lupus hace concretamente sobre el sistema inmune, es hacerle perder la capacidad de diferenciación entre los componentes sanos de los ajenos (insanos), generando anticuerpos contra los tejidos propios, autodestruyendo así lo que es bueno para el organismo. Con el tiempo, el lupus se vuelve cada vez más incapacitante para el paciente, por lo que requiere de un control médico permanente. Esta enfermedad no tiene cura por ahora.
¿Cómo se diagnostica, sus causas y formas en las que se manifiesta la enfermedad?
“Como tal, es difícil de diagnosticar dado que puede similar otras enfermedades” explica a Ámbito, Teresa Cattoni, presidenta de la Asociación Lupus Argentina (ALUA), la organización argentina dedicada al estudio y concientización de la enfermedad en nuestro país. “Para conocer el diagnóstico certero, los especialistas pueden demorar hasta tres, cinco o incluso más años en dar con el dato concreto”, sostiene. Y agrega que, una vez revelada la existencia de la patología en el paciente, “se vuelve sumamente compleja su convivencia y un verdadero desafío para tratar adecuadamente”.
Existen dos tipos de lupus conocidos hasta el momento: por un lado el lupus sistémico, que es el más frecuente y afecta a los órganos internos del cuerpo humano, provocando inflamaciones. Por otra parte, está el lupus discoide que ataca la piel y las articulaciones, haciéndolo en forma de erupciones y dolores articulares.
Síntomas
- Entre los más comunes se incluyen:
- Dolores articular y musculares.
- Fatiga extrema.
- Erupciones cutáneas.
- Fiebre alta recurrente.
- Pérdida del cabello.
- Afectación de cualquier órgano.
- Aftas en nariz y boca.
Si bien actualmente no existe una cura para el lupus, un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano pueden ayudar a controlar su impacto.