Cada 6 de agosto se celebra la veneración del Santísimo Salvador, el cual se origina con la fundación de San Salvador de Velasco en el Valle de Jujuy.
En el año 1593 llegaba el conquistador español Don Francisco de Argañaraz y Murguía, con la compañía de su esposa, Doña Bernardina Mejia de Miraval, acompañados por treinta y cinco personas más. Éstos traían en mandato de Ramírez de Velasco, fundador de La Rioja, y Gobernador del extenso territorio de Tucumán, el propósito de intentar fundar una vez más una ciudad en estos valles.
Fue así que un día lunes de pascua, más precisamente un 19 de Abril de 1593, se echaban las bases de la ciudad, como símbolo de la fundación de la nueva ciudad se plantó la picota o árbol de la justicia en el centro de lo que es hoy la Plaza Central, dedicada al general Manuel Belgrano. Y procediendo con el rito de la fundación, el conquistador en nombre de todos los santos que protegían su conquista, dio el nombre a la capital jujeña en honor al santo señor de los católicos “San Salvador”.