Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga puede ser una excelente manera de reducir el estrés y aprender cómo estudiar sin estresarse.
Estas actividades te ayudarán a mantener la calma y mejorar tu concentración:
Planificar con tiempo el estudio de la asignatura elegida.
Organizar el estudio por semana y por día con metas claras (por escrito) que se estudiará cada día.
Buscar y probar distintas técnicas de estudiar y definir cuál es la más adecuada.
Aprovechar las riquezas que encierra el aprendizaje colaborativo estudiando con otras personas.
Recordar que si el estudio se apoyo exclusivamente en la memoria pronto se olvidará lo estudiado. Buscar herramientas que me posibiliten aprender mediante la comprensión.
Dejar al menos tres días para repasar la asignatura antes de rendir.
Realizar caminatas de 40 minutos para oxigenarnos, bajar los niveles de estrés y fortalecer el aprendizaje.
Agradecernos a nosotros mismos el esfuerzo realizado.