La candidata de Juntos por el Cambio estuvo incómoda a lo largo de la noche por un malestar en su ojo derecho y fue atendida por Alberto Crescenti al finalizar el debate.
La candidata presidencia de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, se vio incómoda a lo largo de todo el segundo debate presidencial. Se pudo ver a lo largo de la noche que tenía un pañuelo blanco con el que se tocaba el ojo derecho y se supo que, una vez terminado el cruce de candidatos, llegó el SAME para asistirla.
Sin embargo, ella misma confirmó que se trataba solamente de una molestia en el ojo por el maquillaje: “Tenía una basurita en el ojo. Fue por el rímel el problema que tuve en el ojo, pero vino Crescenti y me puso unas gotas”, detalló sobre su estado de salud al finalizar el debate. “Es Rocky en la última batalla”, sostuvo en una entrevista en TN.
En el primer debate, Bullrich había adjudicado su mal rendimiento a un fuerte estado gripal: “Ayer estaba con una gripe muy fuerte y eso fue difícil de llevar en el debate, pero voy a mantener mis ideas y aquellas cosas que nos diferencian de los demás”, explicó en una entrevista en la semana.