Frente a un escenario electoral incierto, referentes de pymes advierten que sus proveedores no ofrecen lista de precios e interrumpirán venta de stock hasta el 22 de octubre. “Se trata de estrategias defensivas para las pymes”, señalan en diálogo con este diario.
La última semana previa al incierto destino electoral mantiene a las empresas en vilo. Es que la delicada situación económica que podría atravesar Argentina tras el 22 de octubre obliga a las pymes a diseñar su propia estrategia de cobertura: dolarizar el stock, suspender lista de precios, reclamar pagos o directamente interrumpir ventas hasta después de las elecciones. Ámbito accedió a los comunicados que llegaron a los Whatsapp de empresarios y recogió los testimonios de la industria.
“Estimados clientes: debido al actual contexto, nuestros proveedores han suspendido la venta. Esta situación nos lleva a no poder reponer mercadería debido a la falta de precios vigentes”. Así comienza el comunicado de una empresa dedicada a la venta de materiales eléctricos, radicada en la Ciudad de Buenos Aires hace 50 años. A su vez, piden de manera excepcional que los clientes cancelen sus Cuentas Corrientes “lo antes posible” para evitar costos adicionales y recuerdan que el material se retirará con remito, con precio a fijar “cuando se regularice esta situación”.
Pese al ajetreo característico de la última semana, para el especialista en desarrollo productivo y política industrial, Leandro Mora Alfonsín, desde el mes pasado que el propio escenario macroeconómico efervescente provocó en algunas empresas la retirada de las ventas. Aunque no es la realidad de todas, su diálogo con empresarios le indica que se trata de “aquellas que tienen cubiertas sus compromisos corrientes en pesos, ya sea por ventas anteriores o por su manejo financiero que les permite esa cobertura”.
A la incertidumbre cambiaria se suma la deuda comercial de importadores con proveedores, que ya alcanza los u$s41.900 millones, según la consultora Econviews, la demora en la aprobación de las SIRAs y la elevada tasa de interés y su posible efecto recesivo. Sin embargo, para Sergio Echebarrena, ex presidente de CAPIPE (Cámara Argentina de Proveedores de la Industria Petro-Energética), lo que determina el escenario son “los planes de Milei o Bullrich, que prometen una debacle general o un ajuste brutal con devaluaciones salvajes”.
En ese contexto, para el empresario energético la consigna es “no arriesgar.” Para otros, obligar al adelantamiento de pagos. Es el caso de una pyme de CABA dedicada a la iluminación para la construcción y la industria, que comunicó: “Como nuestros productos están dolarizados y nuestra lista es en pesos, solicitamos cancelar las facturas pendientes mediante transferencias o cheque con fecha 18-10 como máximo”. “Es el caso de empresas que tienen paradas las ventas hasta el 22 de octubre, otras hasta diciembre. Se trata de estrategias defensivas para las pymes, porque entregar en pesos la mercadería tan cerca de una devaluación es descapitalizarse. Incluso muchos tienen el stock dolarizado porque pagan a cotización del blue”, explica Leo Bilanski, titular de ENAC.