De la adaptación de obras literarias a la creación de universos de terror, el director y guionista presenta una nueva visión de los clásicos cuentos del ícono de la novela gótica.
Cuando se discute quiénes lideran el terror contemporáneo de esta era, uno de los primeros nombres en aparecer es el de Mike Flanagan. Sus primeros trabajos a gran escala en el cine siempre estuvieron marcados por la temática del horror, además de lo paranormal y psicológico: Oculus (2013), Ouija: el origen del mal (2016) y El juego de Gerald (2017). Es en los inicios de su filmografía donde fue conociendo a los actores con los que más tarde forjaría una especie de continuidad antológica a partir de La maldición de Hill House (2018). Con la adaptación de un relato de Stephen King, ya había dado una probada a lo que significa llevar la literatura a la pantalla, pero fue esta serie de Netflix —adaptada del libro de Shirley Jackson— que cimentó su estilo para trasladar estas historias a la televisión con el respeto hacia el material base y una cuota de originalidad.
La caída de la Casa Usher (The Fall of House Usher) es lo nuevo de Flanagan que llega luego de que el director rompiera su relación con el gigante de la “N”, a raíz de la cancelación de El club de la medianoche, su anterior título. La miniserie era una de las más anticipadas del año y con justa razón, ya que el realizador tomó como referencia la obra de uno de los más grandes escritores de la historia, Edgar Allan Poe. Si bien lleva como nombre uno de sus cuentos más célebres, no es una adaptación literal de la tragedia de los Usher que conocimos en versión libro. Por el contrario, toma personajes y situaciones de sus diversos escritos para desarrollar una trama completamente fresca, aunque con la impronta del ícono de la novela gótica.
Cada episodio nos da cierto spoiler al avanzar en la temporada debido a cómo fueron titulados, y toma como punto de partida a Roderick y Madeline Usher (Bruce Greenwood y Mary McDonnell), protagonistas del relato corto de 1839, y que en esta ficción son los dueños de la multimillonaria compañía farmacéutica Prospero. Sin embargo, aquí se involucra también a sus descendientes (inspirados en otros personajes de Allan Poe) y la tragedia que los persigue en la forma de una mujer llamada Verna (Carla Gugino), a quien los hermanos conocieron en el Año Nuevo de 1980. Hay un dicho muy popular que se ha reversionado con el paso de generaciones, pero mantiene siempre la misma idea: “la vida te da donde más te duele”. En muchas situaciones, suele referirse a que el karma que le aguarda a una persona no repercute en esta misma, sino en sus hijos.
El planteamiento de Mike Flanagan para narrar este terrorífico drama se sostiene en el costo detrás de aquello que tanto deseamos. En este caso, Roderick y Madeline sienten un enorme rencor hacia quienes están por encima de ellos, debido a sus experiencias del pasado; sin embargo, aspiran a ser tan igual como sus opresores que abusan de su poder. Por esa razón, el guionista y showrunner decide ir desenvolviendo el misterio en torno a ellos a través de diferentes tiempos y mediante una confesión tétrica que hace Roderick al investigador Auguste Dupin (Carl Lumbly) en su hogar de la infancia. El escenario también fue clave, pues permitió que Flanagan no abandonara uno de sus recursos visuales favoritos: los fantasmas. Aunque, entre un jumpscare y otro, se va haciendo algo monótono que cada uno de los Usher atormentará a su padre desde el más allá.
Un cuento de Edgar Allan Poe para cada episodio
Luego de ver el primer episodio de La caída de la Casa Usher, se hace evidente que los restantes también culminarán con una muerte. Desde el principio, se sabe que los seis hijos de Roderick (legítimos o no) han sucumbido por los pecados de su padre y esa no es la mayor sorpresa. Frederick Usher (Henry Thomas), Tamerlane Usher (Samantha Sloyan), Victorine Lafourcade (T’Nia Miller), Napoleon Leo Usher (Rahul Kohli), Camille L’Espanaye (Kate Siegel) y Prospero Perry Usher (Sauriyan Sapkota) mueren de maneras muy extrañas y diferente —y así advierte Dupin—, por lo que es imposible saber quién es el asesino detrás de estos crímenes.
La propuesta, sin duda, es perfecta y versátil al tener la posibilidad de incluir más de un cuento de Edgar Allan Poe para determinar qué elementos clásicos tendrán sus momentos finales, algunos con más destreza narrativa que otros; pero que al fin y al cabo generan una sensación única en los lectores aficionados a la obra completa del padre de la novela policiaca.
Todos los capítulos de La caída de la Casa Usher se pueden ver a partir de este 12 de octubre en el catálogo de Netflix.