Rostros humanos esculpidos en piedra hace 2.000 años aparecieron en un afloramiento rocoso a lo largo del río Amazonas, donde los niveles de agua cayeron a mínimos históricos durante la peor sequía de la región en más de un siglo.
Algunos grabados rupestres ya se habían observado antes, pero ahora hay una mayor variedad que ayudará a los investigadores a establecer sus orígenes, dijo este lunes el arqueólogo Jaime de Santana Oliveira.
Un área muestra surcos suaves en la roca, que se cree fue donde los habitantes indígenas alguna vez afilaron sus flechas y lanzas mucho antes de que llegaran los europeos.
“Los grabados son prehistóricos o precoloniales. No podemos fecharlos exactamente, pero basándonos en la evidencia de ocupación humana del área, creemos que tienen entre 1.000 y 2.000 años”, dijo Oliveira en una entrevista.
La punta rocosa se llama Ponto das Lajes en la costa norte del Amazonas, cerca de donde se unen los ríos Negro y Solimões.
Oliveira dijo que las figuras talladas se vieron allí por primera vez en 2010, pero la sequía de este año ha sido más grave, al punto que el río Negro disminuyó 15 metros (49,2 pies) desde julio, exponiendo vastas extensiones de rocas y arena donde no había playas.
“Esta vez no solo encontramos más tallados, sino también la escultura de un rostro humano excavada en la roca”, dijo Oliveira, que trabaja para el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN), que supervisa la preservación de los sitios históricos.