Tenía 45 años y sólo 5 de vida pública. Su irrupción en los medios. La tortuosa relación con el padre. La obsesión con el cuerpo y los dolores físicos. Su adiós y su legado
A una década del fallecimiento del empresario y productor, su nombre es sinónimo de ícono pop ungido al calor de las redes sociales.
Fort fue una de figura del entretenimiento local tan controvertida como irresistible para el consumo popular.
Hoy, es común verlo en memes y stickers , algunos fanáticos lo convirtieron en un santo pagano al que se le hacen promesas.
Ricardo Fort, logró permanecer con su singularidad, con sus excesos, con su dolor, con ese desmoronamiento público, con esa especie de martirio en el altar de la fama y frente a todos.