Los astrónomos piden cambiar el nombre de las Nubes de Magallanes porque el nombre hace honor a un ‘legado colonialista violento’.
a Gran y la Pequeña Nube de Magallanes, las galaxias enanas más brillantes de nuestra galaxia, llevan el nombre del controvertido explorador portugués del siglo XVI, Fernando de Magallanes. Su nombre está escrito en las estrellas desde hace varios siglos, pero los astrónomos quieren hacer desaparecer este nombre dado que Magallanes perpetró actos realmente horribles, asesinando y esclavizando a los pueblos indígenas en Argentina, Guam y Filipinas mientras lideraba la primera expedición para circunnavegar la Tierra. Los científicos creen que un personaje de este calibre no debería ostentar un lugar en nuestro cielo.
Científicos incómodos
Las nubes de Magallanes cobran gran importancia en el campo de la astronomía. Son galaxias independientes, pero lo suficientemente cercanas como para que los astrónomos puedan observar las estrellas individuales que contienen.
Son dos de las varias galaxias enanas que orbitan la nuestra y se llaman Gran Nube de Magallanes (LMC) y Pequeña Nube de Magallanes (SMC) y se conocen por este nombre desde finales del siglo XIX, mucho después del histórico viaje de Magallanes. Pero, ¿puede cambiarse el nombre de una galaxia después de tanto tiempo?
Pues sí que existe precedente para cambiar el nombre de objetos cósmicos cuando una nomenclatura se vuelve problemática o incluso insensible, como este caso. Por ejemplo, en 2018, la Unión Astronómica Internacional ya modificó el nombre de Ley de Hubble. Esta ley llevaba el nombre del astrónomo estadounidense Edwin Hubble, quien la formuló por primera vez en 1929 y representa un principio fundamental en cosmología. La Ley de Hubble establece que cada galaxia se está alejando de todas las demás y, cuanto más lejos está una galaxia, más rápido se aleja de nosotros. Se trata de una observación crucial que proporcionó la primera evidencia de que el universo se está expandiendo, un concepto central en la teoría del Big Bang. Pues bien, la ley fue renombrada a ‘Ley Hubble-Lemaître’ para reconocer las contribuciones científicas de Georges Lemaître en esta teoría del universo en expansión. No sería, por tanto, la primera vez que se da.
¿Por qué cambiar el nombre de las galaxias?
Volviendo a Magallanes, ni siquiera se trataba de un astrónomo. Ni era astrónomo ni el primero en descubrir las galaxias enanas que son visibles a simple vista desde el hemisferio sur, porque los pueblos indígenas tenían “nombres y leyendas para estos sistemas que son anteriores a Magallanes en miles de años”, dicen los investigadores.
“Yo y muchos otros astrónomos creemos que los objetos e instalaciones astronómicos no deberían llevar el nombre de Magallanes o de cualquier otra persona con un legado colonialista violento”, explica Mia de los Reyes, profesora asistente de astronomía en el Amherst College, Massachusetts, quien calificó a Magallanes de “colonizador, esclavista y asesino” en la revista Physics de la American Physical Society.
Algunos de los nombres y descripciones antes de que fueran bautizadas como Gran Nube de Magallanes y Pequeña Nube de Magallanes son muy creativos, según la experta:
“[…]los mapuche de lo que hoy es Chile y Argentina los llaman Rvganko, o estanques de agua, y creen que están en proceso de secarse. Los Kamilaroi de la actual Australia consideran las galaxias como lugares a donde acude la gente después de la muerte. Y los Arimi de la actual Tanzania ven las nubes como un hombre y una mujer que ayudan a las Pléyades a traer fuertes lluvias durante la temporada de lluvias”.
Más de 100 astrónomos han expresado interés en la campaña, liderados por un grupo central de unos 50, dice de los Reyes. El objetivo es trasladar esta propuesta de cambio de nombre a la Unión Astronómica Internacional, con la esperanza de lograr el inicio de una votación oficial sobre el cambio de nombre. Sería una hazaña con consecuencias importantes, ya que varios miles de artículos académicos revisados por pares hacen referencia a Magallanes. Según De los Reyes, más de 17.000. Y, ¿cómo podrían llamarse en el caso del cambio de nomenclatura? Los astrónomos apuestan por “Nubes Lácteas”, lo que reflejaría su conexión con nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.