El mundo se une cada diciembre para apoyar a las personas que conviven con el VIH y para recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
La infección por el VIH ataca el sistema inmunitario, y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) es la fase más avanzada de la enfermedad.
El VIH ataca a los glóbulos blancos, debilitando el sistema inmunitario, y esto hace que sea más fácil contraer enfermedades como la tuberculosis, otras infecciones y algunos tipos de cáncer.
Se transmite a través de los líquidos corporales de las personas infectadas, como sangre, leche materna, semen y secreciones vaginales. No se transmite por besos o abrazos ni por compartir alimentos. También puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo y el parto.
El VIH se puede tratar y prevenir con tratamiento antirretrovírico (TAR), y si no se trata puede evolucionar a sida, a menudo al cabo de muchos años.
La OMS considera que la enfermedad por VIH está avanzada cuando se encuentra en el estadio 3 o 4 de la OMS o cuando el número de células CD4 es inferior a 200 por mm3 en adultos y adolescentes. Se considera que todos los niños con VIH menores de 5 años padecen enfermedad avanzada por VIH.
Signos y síntomas
Los síntomas de la infección por el VIH difieren según el estadio en que se encuentre.
La enfermedad se transmite más fácilmente en los primeros meses posteriores a la infección, pero muchos casos no saben que están infectados hasta las fases más avanzadas. En las primeras semanas posteriores al contagio, algunos casos no manifiestan ningún síntoma, mientras que otros presentan un síndrome gripal con:
- fiebre,
- dolor de cabeza,
- erupción cutánea,
- dolor de garganta.
A medida que la infección debilita progresivamente el sistema inmunitario, pueden aparecer otros signos y síntomas:
- inflamación de los ganglios linfáticos,
- pérdida de peso,
- fiebre,
- diarrea,
- tos.
En ausencia de tratamiento pueden aparecer enfermedades graves:
- tuberculosis,
- meningitis por criptococos
- infecciones bacterianas graves,
- cánceres como los linfomas o el sarcoma de Kaposi.
El VIH hace que empeoren otras infecciones, como la hepatitis B, la hepatitis C o la viruela símica.
Transmisión
El VIH se transmite a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. El VIH también puede transmitirse al bebé durante el embarazo y el parto. En cambio, no se contagia mediante contactos ordinarios cotidianos como besos, abrazos o apretones de manos ni por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.Es importante señalar que las personas con VIH que están recibiendo TAR y tienen una carga vírica indetectable no lo transmiten a sus parejas sexuales. El acceso temprano al TAR y el apoyo para continuar el tratamiento son, por tanto, cruciales no solo para mejorar la salud de los pacientes, sino también para prevenir la transmisión del virus.
Factores de riesgo
Comportamientos y afecciones que aumentan el riesgo de contraer el VIH:
- tener relaciones sexuales, anales o vaginales, sin preservativo;
- padecer otras infecciones de transmisión sexual (ITS), como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana;
- hacer un consumo nocivo de bebidas alcohólicas o drogas en el contexto de las relaciones sexuales;
- compartir soluciones de drogas, agujas, jeringuillas u otro material de inyección que estén contaminados;
- recibir inyecciones, transfusiones o trasplantes de tejidos sin garantías de seguridad, o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen cortes o perforaciones con instrumental no esterilizado;
- pincharse accidentalmente con una aguja, hecho particularmente frecuente en el personal de salud.
Si usted cree que ha estado expuesto al VIH, busque atención médica de inmediato. No se demore. Empezar los medicamentos antivirales inmediatamente después de la exposición (hasta 3 días después) puede reducir las probabilidades de que resulte infectado. Esto se denomina profilaxis post exposición (PPE). Se ha utilizado para prevenir la transmisión en trabajadores de la salud lesionados por medio de punciones con agujas.