Italia ha puesto punto final a su participación en la emblemática y controvertida Nueva Ruta de la Seda que impulsa China.
Roma informó al gobierno de Pekín que dejará de participar en la también conocida como Iniciativa de la Franja y la Ruta, aunque espera continuar fortaleciendo la relación bilateral.
El proyecto fue lanzado en 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, e incluye una enorme serie de programas de desarrollo e inversión que se extienden desde el este de Asia, hacia Europa, África y América Latina.
La decisión del gobierno italiano era previsible, pues durante la campaña para las elecciones generales que de finales de 2022, la ahora primera ministra Giorgia Meloni, calificó de “error” que su país se hubiera unido al megaproyecto.
Desde el gigante asiático lamentaron la decisión e insistieron en que la iniciativa “tiene gran atractivo y ejerce una gran influencia globalmente”.