Aún no se conocen los efectos de la implosión de Juntos por el Cambio en Diputados, mientras que el peronismo delinea su rumbo.
En dos semanas, la inestabilidad legislativa progresó a un período de transformaciones que modificaron por completo el escenario de la Cámara de Diputados. La asunción de Javier Milei y su alianza con el PRO significó la ruptura de Juntos por el Cambio, que aún no encontró su composición final, y tanto el peronismo como los representantes provinciales alternan entre la resistencia y la incertidumbre.
En detrimento, el bloque de La Libertad Avanza busca consolidar su funcionamiento. Tras ratificar que continúan en su bancada los tres diputados (Ansaloni, González y Almirón) y la senadora (Arrascaeta) que habían emitido un comunicado dando un paso al costado por el acercamiento del Mauricio Macri al partido, visibilizaron sus lazos con el Interbloque Federal (comandado por Florencio Randazzo) y anunciaron quiénes serán los legisladores que se encargarán de las presidencias de ambas cámaras: Francisco Paoltroni en el Senado y Martín Menem en Diputados.
Por su parte, y hasta el momento, el Senado conservó discreción. Los siete senadores de La Libertad Avanza declaran con cautela; el peronismo se refugia como mayoría y aguarda las inevitables reconfiguraciones internas; y el bloque de Juntos por el Cambio no volvió a realizar comunicación oficial desde octubre, cuando anunciaron la preservación de la unidad. El hecho saliente fue la reunión que la vicepresidenta electa Victoria Villarruel mantuvo con los 14 senadores de la Unión Cívica Radical, una bancada crucial para que el futuro oficialismo alcance el quórum.