La “depresión blanca” no se considera un trastorno, sino un estado de ánimo temporal, señala el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIH).
El bienestar emocional va de la mano del físico, por lo que, si este se derrumba, lo más probable es que nuestro cuerpo empiece a mostrarlo”.
Se trata de un estado de ánimo negativo que nos invade en las fechas navideñas. Al contrario de lo que se cree, esta afección no solo afecta a nuestro humor y es que también puede reflejarse en nuestro rostro o en consecuencias estéticas como la caída del cabello, acné, inflamación cutánea, arrugas o piel apagada.