La mayoría de las decisiones del máximo tribunal son fórmulas automáticas para rechazar casos y se postergan definiciones sensibles.
Existe una preocupación muy grande entre los abogados por el atraso de la Corte Suprema en las causas de alto voltaje político y económico. El tribunal informa semanalmente que dicta muchas decisiones pero, en general, son fórmulas.
El máximo tribunal argentino, hay miles de decisiones que son peticiones rechazadas mediante fórmulas, sin desarrollo argumental. Son despachos donde la Corte no confirma la decisión recurrida, como lo dijo el propio Tribunal en el precedente “Vidal”. Es una tarea de cantidad, pero no representa el trabajo esencial de los jueces.
En cambio, hay un atraso histórico en casos relevantes, que sientan jurisprudencia. Esta situación motivó una nota del juez Ricardo Lorenzetti, que, haciéndose eco de los reclamos, se dirigió a Horacio Rosatti, señalando que este debió llevar las causas al acuerdo, conforme es su obligación como presidente del Tribunal. Le señala a Rosatti que no se ocupó de hacer una agenda, de tratar los casos en el acuerdo, y dice que es muy grave.