Es un procedimiento médico que fortalece y aporta elasticidad a los tejidos de la zona pélvica. Consiste en un láser que engrosa la pared de la vagina por dentro y por fuera. Es como una ecografía transvaginal.
Los avances en medicina estética hoy logran atenuar o revertir las huellas que los partos y la edad provocan en la zona íntima femenina. Estos efectos se notan aún más en las mujeres de 50 años, una década que ya no se transita bajo la sombra de la menopausia, sino como una etapa de plenitud femenina con más tiempo personal para cuidarse, verse bien y disfrutar. Sin dudas, en la época dorada de la longevidad, los 50 de hoy son los nuevos 30.
La zona genital femenina experimenta distintos cambios y transformaciones a medida que pasan los años. Entre ellos se destacan el parto vaginal, que produce una distensión del tejido de las paredes vaginales, el envejecimiento natural y los cambios hormonales vinculados a la menopausia que pueden disminuir la calidad del tejido conectivo y aumentar flacidez de la zona vaginal.