Fuentes que participaron de la última negociación confirmaron a Ámbito que el convenio vence dentro de dos años y que si no se revalida hay que pagar el tramo que ya se utilizó del intercambio de monedas.
Pocos días después de que Javier Milei asuma la presidencia, Ámbito dio a conocer la decisión del gobierno chino de dar marcha atrás con la liberación del último tramo del swap que habían negociado Sergio Massa y Alberto Fernández. Pero eso no es todo, este medio pudo corroborar por fuentes que participaron de esa negociación que el intercambio de monedas vence en agosto de 2026 y que, si para ese entonces no se alcanza un nuevo acuerdo, Argentina debería desembolsar más de u$s5.000 millones para reponer los yuanes que se utilizaron. La situación provocó roces internos en el Gobierno por la diplomacia ideologizada.
Los desaires al segundo socio comercial escalaron con los elogios de distintos integrantes del Gobierno a Taiwán y se plasmaron en la renuncia a los BRICS, que se oficializó a comienzos de esta semana pero qué Ámbito anticipó un mes antes. Al mismo tiempo que Argentina renunciaba a participar del bloque de emergentes, países tan disímiles, como Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía e Irán, se sumaron como socios plenos.
Este paso al costado que fue comunicado por carta con textos calcados a los presidentes de los países fundadores, deja al país sin posibilidades de acceder a fondos del Nuevo Banco de Desarrollo que ya financia obras de infraestructura por más de u$s38.500 millones en todo el mundo. También se presume que complicaría los avances que se habían hecho con el Banco de Desarrollo de Brasil y no allanaría el camino para la llegada de dólares saudíes.