Estas aves nos deleitan a todos cada vez que las escuchamos hablar o repetir sonidos, sin embargo, ¿alguna vez te preguntaste cómo lo hacen?. Aquí está la respuesta.
Los loros son aves conocidas por su asombrosa capacidad para hablar e imitar sonidos humanos y del entorno. Este don singular intriga a científicos, amantes de la naturaleza y curiosos por igual. La realidad es que los loros no hablan, lo que hacen es repetir palabras y sonidos que escuchan con frecuencia en su entorno.
A diferencia de los humanos, las palabras que repiten no tienen significado para ellos, ni tampoco pueden comunicar ideas independientes a través de la formación de frases con sentido. De todas maneras, para que los loros logren desarrollar el habla, deben ser entrenados.
Los loros están equipados con una anatomía vocal excepcional que les permite imitar una amplia variedad de sonidos. A diferencia de las cuerdas vocales de los humanos, tienen un órgano vocal llamado la siringe, ubicado en la base de la tráquea. Esta adaptación anatómica es fundamental para su capacidad de hablar y replicar palabras e incluso acentos.
Su destreza para el aprendizaje es comparable a la de un niño en etapa de desarrollo. Los loros jóvenes observan y escuchan atentamente a sus padres o dueños, aprendiendo gradualmente a reproducir los sonidos que escuchan. Este proceso es similar al aprendizaje de un idioma por parte de los humanos.