El torneo repartirá 71,2 millones euros en premios en total entre los jugadores y jugadoras, récord de la cita que consiguió renovar a KIA como patrocinador principal hasta 2028.
El Abierto de Australia es el primer Grand Slam de la temporada y uno de los que mejores duelos que dejó en la historia del tenis.
Este año Rafa Nadal no estará en Melbourne, pero sí acudirá el único tenista que logró ganar a Djokovic en una final de Grand Slam el año pasado: Carlos Alcaraz. Ellos son, junto a Iga Swiatek y Aryna Sabalenka, los grandes alicientes de un torneo que cada año deja 267 millones de dólares australianos (163,8 millones de euros) en el estado de Victoria.
Sobre la pista del Rod Laver Arena, la Federación Australiana de Tenis pondrá 78 millones de dólares (71,2 millones de euros), que es la bolsa de premios más extensa de la historia del torneo. Los ganadores se embolsarán 3,15 millones de dólares australianos (1,93 millones de euros) cada uno. Es un prize money garantizado por los patrocinadores, las televisaciones y la venta de entradas.
Kia renovó el año pasado como socio principal hasta 2028, a razón de 14 millones anuales, pero también están Emirates, Rolex, New Balance, Louis Vuitton o Mastercard, entre otros. El aporte de los sponsor y las administraciones públicas, los socios audiovisuales y la venta de entradas se computa en los ingresos por la organización de eventos de la Federación, que según las últimas cuentas anuales generaron un negocio de 498,8 millones de dólares australianos (306 millones de euros). O lo que es lo mismo: el 95% de los ingresos totales de la Federación australiana procedieron de la organización de torneos, con un claro protagonismo del grand slam.
Es un evento en el que el gobierno del estado de Victoria juega un papel fundamental. Cada año, el Gobierno subvenciona a la Federación con más 19 millones de dólares australianos (11,6 millones de euros), según se desprende de las cuentas del ente regulador del tenis en Australia. A eso se suma el apoyo institucional mediante la comisión del deporte, el departamento de Empleo de Victoria y las distintas marcas turísticas de la región.
A ello se suma que el Gobierno de Victoria perdonó un préstamo de 43 millones de dólares australianos (26,3 millones de euros) a la Federación, que es una ayuda que otorgó durante la pandemia. De este modo, el ente deportivo pudo compensar la elevada factura que tuvo que pagar por las cuarentenas de tenistas durante 2021 y 2022, un dinero abonado por la organización para cumplir con las medidas de la pandemia aprobadas por el gobierno australiano.
Es un importe que en 2023 se ha cubierto con la condonación de los créditos que en su día se firmaron para ayudarlo. Así, tras más de 100 millones de dólares australianos (61,3 millones de euros) en pérdidas acumuladas en los dos años marcados por la Covid-19, y tras 2,7 millones de euros en 2022, en 2023 se anotó un beneficio operativo de 19 millones de dólares (11,6 millones de euros), según Australian Financial Review.
Se esperan que más de 900.000 aficionados acudan a Melbourne Park, el recinto que alberga el torneo. Es la cifra récord que se alcanzó el año pasado en el recinto, a lo que se suma una audiencia global que la organización no ha desvelado, pero que en Australia fue de más de 2,3 millones de espectadores en la final masculina y de más de un millón en la final femenina.