Un cuarto del mundo acudirá a las urnas en este 2024, pero, sacando a los de Estados Unidos, ninguno de todos los comicios son más relevantes que los de este sábado en la isla. Su resultado podría repercutir en la actitud de China y en el futuro de las relaciones internacionales.
Más de un cuarto de los habitantes de la tierra acudirán a las urnas este 2024, pero salvo Estados Unidos en noviembre, ninguna elección es más relevante que la de Taiwán este sábado 13 de enero, ya que el resultado puede repercutir directamente en la actitud de China, más conciliadora si gana la oposición y de incremento de la presión sobre la isla, si lo hace el oficialismo. En otras palabras, si avanza la unificación o el independentismo, si Taiwán es provincia china u otro país.
En la actualidad, la República de China o Taiwán es un país de libertades, plenamente democrático, y este sábado se enfrentan ambos, además que, en forma novedosa, los votos de un tercero pueden ser decisivos, es el Partido Popular Taiwanés (TPP), encabezado por un exalcalde. A partir de sus primeras elecciones directas en 1996, Taiwán ha celebrado siete rondas de elecciones presidenciales con tres cambios de partido gobernante, por lo que tuvo éxito en su transición del autoritarismo a la democracia.
Se votará allí como también en India, Rusia, Ucrania, México, solo por citar algunos países. Se votará en democracia como también en países que no lo son, algunas elecciones serán legitimas y otras no reunirán grados suficientes de libertad. En algunas habrá sorpresas, en otras solo la ratificación del gobernante autoritario. En las que son democracias, las alternativas irán de derecha a izquierda como también entre populismo y liberalismo.