Ubicado entre el noreste de África y la península arábiga, ha sido una ruta histórica para el comercio y la navegación. Su nombre ha despertado la curiosidad de estudiosos y exploradores a lo largo de los siglos. ¿Por qué se llama así el mar rojo? El origen de su nombre se remonta a la antigüedad, y diversas teorías han intentado explicarlo.
Una de las hipótesis sugiere que el nombre podría ser una interpretación errónea del término Yam suf, tradicionalmente traducido como Mar Rojo, pero que en realidad significa Mar de los Juncos. Algunos lingüistas argumentan que la confusión podría haber surgido debido a las similitudes fonéticas entre los términos reed (juncos) y red (rojo). Esta teoría destaca la posibilidad de que errores de traducción a lo largo del tiempo hayan llevado a la denominación actual.
También hay quienes ofrecen una explicación vinculada al relato bíblico, que narra el cruce milagroso del Mar Rojo, donde Dios, mediante Moisés, separó las aguas para permitir la huida de los israelitas. Los soldados egipcios que los perseguían quedaron atrapados y su sangre tiñó las aguas.
Quizás la más conocida por todos sugiere que el Mar Rojo debe su nombre a la presencia de una alga flotante conocida como Trichodesmium erythraeum. Durante las floraciones estacionales de esta cianobacteria común en la región, extensas áreas de la superficie del mar se ven cubiertas por capas marrones. Los restos de estas algas persisten, manteniendo un tono rojizo en el agua