La turquesa es una de las piedras más populares utilizada como amuleto y se le atribuyen una gran variedad de propiedades protectoras, tanto para el cuerpo como para la mente. Está estrechamente ligada con el éxito y la buena suerte porque posee grandes poderes para proteger a su dueño contra el fracaso.
La turquesa ha sido apreciadas en muchas culturas importantes desde la antigüedad. Por ejemplo, han adornado a los gobernantes de Egipto, Mesopotamia, China y varias culturas mesoamericansa como los incas, moches y aztecas. Estos últimos incrustaban turquesas (entre otras gemas) a sus objetos ceremoniales como máscaras, escudos y objetos como cuchillos o cerámicas.
Además, para los aztecas era la “piedra de los dioses” y la utilizaron como amuleto poderoso contra el mal y en sus armas con el fin de aumentar su eficacia en el ataque. En Egipto también la usaban para adornos y joyas. La momia de Tutankamon tiene incrustaciones de turquesa mezcladas con oro.
Es considerada piedra sagrada para muchas tribus de Indios Americanos. Algunos nativos de Estados Unidos y México la colocaban en las tumbas con el fin de proteger a los muertos. Pueblos indios como los navajos las ponían debajo del suelo encima de donde iban a construir su casa, como ofrenda a los dioses. Chamanes apaches llevan siempre una turquesa entre sus medicinas.
La turquesa es una piedra sanadora bastante eficaz que ofrece grandes beneficios al cuerpo y espíritu. Es una piedra protectora que ha sido usada como amuleto desde tiempos remotos porque fomenta la sintonía espiritual y aumenta nuestro potencial para comunicarnos de la mejor manera con los mundos físico y espiritual.
A nivel psicológico, la turquesa es una piedra que fortalece nuestra mente e infunde calma interna a la vez que nos mantiene alerta a nuestro ambiente. A nivel emocional estabiliza las alteraciones del estado de ánimo aportando calma interna.
Se dice igual que una turquesa ayuda a mejorar las infecciones virales, intentando curar enfermedades sobre todo de los ojos, incluyendo las cataratas. Reduce el exceso de acidez y trata la gota, reumas y problemas estomacales. Es anti-inflamatoria y desintoxicante, aliviando los calambres y el dolor.