Las autoridades kenianas apuntaron contra Paul Mackenzie por el homicidio los menores que formaban parte de sus seguidores, los cuales fueron persuadidos a ayunar hasta morir para “encontrarse con Jesucristo”.
Este martes, la Fiscalía de Kenia acusó Paul MAckenzie, líder de una secta que habría persuadido a más de 400 personas a ayunar hasta morir para encontrarse con Jesucristo, de asesinar a 191 niños, cuyos cuerpos fueron encontrados el año pasado enterrados en un bosque del sur del país.
De acuerdo con la acusación de Tribunal Superior de la ciudad costera de Malindi, a cargo de jueza Mugure Thande, otros 29 socios de Mackenzie se encontraban involucrados en la causa, aunque estos negaron sus cargos ante la jueza. De hecho, uno de los acusados se declaró no apto para encarar un juicio por ser “mentalmente inestable”.
Esta es la tercera acusación que las autoridades kenianas realizan en contra de los presuntos responsables de la secta de Mackenzie, ya que anteriormente se presentaron cargos en su contra por terrorismo y homicidio involuntario de al menos 238 personas.
Paul Mackenzie es el presunto responsable de la conocida “masacre de Shakahola”, nombre del bosque en el que las autoridades encontraron las fosas comunes y las tumbas de la mayoría de los 430 cadáveres de sus seguidores, de los cuales, la gran mayoría, eran niños.