Como su nombre lo indica, las piedras o rocas volcánicas surgen a partir de la lava del volcán que se enfría al entrar en contacto con la atmósfera. Forman parte del grupo más energético de piedras de la naturaleza ya que provienen del interior de la tierra y representan la resistencia, la tenacidad y la perseverancia.
Por lo general, las piedras de color negro aportan seguridad, estabilidad mental y concentración. Al llevar con nosotros o tener cerca una piedra volcánica, lo primero que sucederá es que notaremos que liberamos las cargas negativas y que experimentamos mayor vitalidad en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Las piedras y rocas volcánicas atraen vibraciones positivas y son capaces de brindarnos estabilidad emocional ya que nos permiten eliminar las emociones extremas. Nos transmiten serenidad y paciencia para afrontar situaciones imprevistas o de estrés. Al mismo tiempo, se encargan de bloquear y absorber todo tipo de energías negativas o malintencionadas.
Las piedras o rocas volcánicas suelen ser recomendadas para personas que están siempre cansadas, que viven situaciones de estrés o sienten cargas pesadas sobre ellas. También se recomiendan para emprendedores, deportistas y, en general, para personas con afán de superación.