Aprender a multiplicar no es un asunto sencillo para los niños, y es que, además de aprender el concepto de multiplicación, los niños tendrán que memorizar las 10 tablas para poder realizar operaciones matemáticas de forma rápida y sin utilizar los dedos o la clásica “cuenta de la vieja”.
La forma tradicional que tienen en los colegios de enseñar a los niños a multiplicar es utilizando las clásicas 10 tablas donde cada uno de los números se multiplica del 1 al 10.
Sin embargo, existen otros métodos para aprender a multiplicar, uno de ellos es utilizando la Tabla de Pitágoras. Seguro que a los niños les resulta más divertido y menos agobiante que las 10 tablas.
¿Cómo usamos la tabla?
La tabla pitagórica está compuesta por dos coordenadas, en la primera fila y en la primera columna se representan los números del 1 al 10. El resto de columnas o filas contienen resultados. Si cruzas ambas coordenadas tendrás el resultado de la multiplicación.
Por ejemplo, si cruzamos el número 3 de la primera fila con el número 2 de la primera columna, obtendremos el 6, que es el resultado de multiplicar 3×2.
Beneficios para los niños:
1 – Los niños tienen un único elemento que manejar, en lugar de 10 tablillas que, mentalmente les resultan más pesadas.
2 – Aprenden de forma visual la propiedad conmutativa, es decir, el resultado es igual si multiplicamos 4×6 que si multiplicamos 6×4.
3 – Los niños aprenden a encontrar patrones y simetrías en la tabla, lo cual activa el pensamiento lógico.
4 – Está incluido dentro de los materiales de la pedagogía Montessori ya que facilita el aprendizaje a través de la experimentación y la manipulación.