Luego de 3 años consecutivos de fuertes sequías, la Laguna de Gómez, ubicada en el partido bonaerense de Junín, se secó completamente para convertirse en un desierto de tierra resquebrajada.
Las imágenes son impactantes. La zona de Laguna de Gómez, que alguna vez fueron 6000 hectáreas que funcionaban como un gran depósito natural de agua dulce, se secó completamente hasta convertirse en un desierto.
La “laguna” está ubicada en el partido bonaerense de Junín, a 260 kilómetros de Buenos Aires. La misma forma parte de la cuenca del río Salado y se integra a otras lagunas como Carpincho, Los Patos y Mar Chiquita, un ecosistema que se vio afectado por las sequías producto del fenómeno climático “la niña”.
Las imágenes son impactantes. La zona de Laguna de Gómez, que alguna vez fueron 6000 hectáreas que funcionaban como un gran depósito natural de agua dulce, se secó completamente hasta convertirse en un desierto.
La “laguna” está ubicada en el partido bonaerense de Junín, a 260 kilómetros de Buenos Aires. La misma forma parte de la cuenca del río Salado y se integra a otras lagunas como Carpincho, Los Patos y Mar Chiquita, un ecosistema que se vio afectado por las sequías producto del fenómeno climático “la niña”.
Tan solo unos años atrás, la laguna era un destino clave para los amantes de la naturaleza y de los deportes náuticos. Durante todo el año, las familias podían acercarse a observar las más de 250 especies de aves que conformaban la fauna del lugar.
Hoy en día, nada de eso quedó. Lo que se asemejaba a un gran espejo de agua ahora es un terreno seco y resquebrajado, donde sobreviven algunas malezas y pajonales a pesar del calor agobiante y del viento incansable