Conocido por su capacidad de desintoxicar el cuerpo y mejorar la piel, el “té de la belleza” o té blanco es uno de los más destacados por sus múltiples beneficios rejuvenecedores.
Esta infusión de la antigüedad es reconocida por ser la favorita de la realeza China en la dinastía Tang, ya que tiene una alta concentración de antioxidantes y vitamina C. Se la considera una de las variedades más puras del mercado.
El té de la belleza se diferencia de la mayoría de las infusiones por su color amarillento y su consistencia ligera. Esto se debe a la elaboración, ya que no se somete a un proceso de oxidación ni se fermenta y mantiene sus propiedades activas.
Por ello, una taza de este elixir equivale a 12 vasos de jugo de naranja, que ayuda a la producción y fijación del colágeno en el cuerpo. También aporta luminosidad a la piel por la retención de humedad.
Un estudio de la Universidad de Barcelona destaca la gran capacidad antioxidante y su origen natural. Además, según un análisis de la revista internacional de morfología señaló que podría tener efectos en la protección de tejidos.
Esta infusión ancestral, de la provincia de Fujian, tiene beneficios variados para el cuidado integral del cuerpo. Los más destacados son:
Fortalece el sistema inmune
Disminuye los niveles de colesterol
Tiene altas cantidades de antioxidantes
Ayuda a eliminar las arrugas
Previene el envejecimiento prematuro
Repara y cicatriza tejidos de la piel
Protege de los rayos UV