La falla de San Andrés es una peligrosa fractura geológica que atraviesa California y parte de México. Es una de las más grandes y activas del mundo y responsable de grandes terremotos. Quienes viven en la zona de esta falla, esperan que los sorprenda “el gran terremoto” (the big one) en algún momento.
Son 1.300 kilómetros a través del estado de California, en Estados Unidos, y Baja California, en México, los que recorre la falla de San Andrés, una de las fallas geológicas más peligrosas y temidas del mundo, generadora de grandes terremotos. Esta fractura está ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de elevada actividad sísmica y volcánica.
“Las fallas se forman principalmente porque la corteza del planeta se rompe como consecuencia de la tectónica de placas, que somete a las rocas a un gran esfuerzo”.
La Tierra está dividida por placas tectónicas, es decir, grandes bloques rocosos que forman la corteza (la parte más externa del planeta) y que se mueven lentamente. Estos movimientos generan reiterados temblores y fracturas en toda la Tierra. Los temblores, en algunos casos, son extremadamente peligrosos. La falla de San Andrés se formó en el límite de las placas tectónicas Norteamericana y la del Pacífico.
“El peligro que representa para el mundo es que puede provocar terremotos muy fuertes que pueden causar daños significativos a la infraestructura y poner en peligro la vida de las personas. Además, al estar ubicada en una zona densamente poblada, el impacto de un terremoto en esta zona podría ser devastador, pero únicamente en la zona afectada por esa falla”, explican los expertos.