El Presidente y el ministro de Economía consideran que liberar las trabas cambiarias provocará una caída del dólar.
La eliminación del cepo cambiario para mediados de año se transformó en uno de los compromisos más fuertes asumidos por Javier Milei de cara a los grandes desafíos económicos que hay por delante.
En su estadía en Roma, previo a regresar a Buenos Aires, Milei confió a su círculo íntimo que la decisión de liberar las restricciones cambiarias está tomada. Y que hacerlo a mitad de año no es antojadizo: para ese momento, no solo el Banco Central habrá acumulado muchas más reservas por el ingreso de dólares de la cosecha gruesa, sino que además se acelerará la limpieza de pesos excedentes por parte de la autoridad monetaria.
Es más, tanto el equipo económico con Luis Caputo al frente como el propio Presidente comparten la idea de que el actual nivel de los dólares financieros se encuentra en valores altos a niveles históricos. “Los salarios están muy bajos en dólares, está claro que una Argentina normalizada va a niveles de ingresos en moneda dura más altos”, asegura Milei.
El Gobierno consideran que de ninguna manera será necesario un salto brusco del tipo de cambio. “Ajustado por el impuesto PAIS, el dólar para los importadores es casi de $ 1000. Está solo 15% por debajo de los dólares financieros, no vemos problemas por ese lado”, explican.
El paso posterior a la liberación cambiaria es la dolarización. Milei reiteró que se trata de una alternativa deseada y que no está tan lejana como parece. “Hoy las reservas cubren el 87,5% de la base monetaria, así que nos vamos acercando mucho a esa posibilidad”, aseguró el fin de semana. En las próximas semanas habría además encuentros con técnicos de Ecuador que en su momento colaboraron para avanzar con dicho proceso en ese país, hace ya 20 años.